Más que un canto de libertad

La llegada del Residente, René Pérez, luego de varios años sin presentarse en nuestro país nos motivó una reflexión que sobrepasa el análisis de un concierto de excelencia internacional, el cual plagado de intensidad, hits y protesta social nos hace reflexionar sobre una de las islas más bellas del Caribe, la cual en pleno siglo XXI aún sigue siendo una colonia estadounidense.

Dos de las bandas referentes de quien suscribe son Cultura Profética, la cual nos visita la próxima semana luego de dos años, y Calle 13. Las mismas proclaman desde su discurso y sus canciones el concepto “Que viva Puerto Rico libre”, el cual motivó hacer un viaje y conocer todo lo que pasa allí y lo que opinan los más de tres millones de habitantes que tiene el suelo boricua.

Puerto Rico es un estado asociado a los Estados Unidos, pero con restricciones, las cuales obviamente siempre favorecen al gobierno estadounidense bajo todo aspecto. Estos puntos van desde la participación en las elecciones hasta las decisiones más significativas para la isla del Caribe con mejor desarrollo económico, pero que a la vez es el estado norteamericano con menor ingreso per cápita.

El viernes en el Luna Park, el concierto tuvo varios pasajes que nos transportan a Puerto Rico, quizás el momento cumbre lo vivimos con “Hijos del Cañaveral”, una radiografía exacta de la lucha con armas y recursos escasos que lleva el pueblo puertorriqueño por ser un país libre, como todos los de América Latina. Los temas de Calle 13 aparecieron y también tocaron conceptos como la inmigración, la hermandad americana y la pobreza, tan presente en nuestro continente.

Los últimos plebiscitos tiran resultados positivos para seguir bajo esta modalidad gubernamental, pero desde muchas artes se pide por la libertad de la isla. El contraste es enorme cuando uno camina y escucha que los habitantes utilizan un idioma que combina el inglés y el castellano, nacido a partir de esta cultura que los alberga.

Fueron todas sensaciones positivas las que dejó la noche del viernes en el Luna Park, una banda multicultural que suena imponente, un set list sin fisuras y un disco por descubrir que tiene muchísimos conceptos sobre sus composiciones, pero que tiene una historia basada en la idea de LIBERTAD, esa palabra que está en la cabeza como objetivo para millones de boricuas.

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