Cada paso es consagratorio para Winona Riders, las cosas se vienen dando como lo sueña un músico desde chico en su habitación tratando de copiar los sonidos de sus ídolos o ídolas. El viernes llegaron a Vorterix para seguir presentando «El sonido del éxtasis» y mostrarse ante seguramente nuevos fans que fueron con todas las expectativas.
Tres horas de concierto con 24 canciones que se dividieron en dos bloques y dejaron al público con sensaciones encontradas y muy difíciles de explicar. Algunas canciones sonaron por primera vez en el vivo y vaya bienvenida que tuvieron.
«Catalán», «Anton», «Aleluya», entre otras formaron parte de la primera mitad y «El último té» y «Abstinencia» cerraron un show que muestra a las claras que acá hay algo que va a seguir creciendo local e internacionalmente.
Las fotos son de Santiago Junco, quien estuvo presente en una noche densa, espesa y rockera del barrio de Colegiales.
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