Y el Massacre quedó escrito en el paredón

Massacre || Teatro Vorterix  || 21.04.18

Qué hubiese pasado si el DVD lo hubiesen filmado el sábado pasado en Colegiales en el hermoso Teatro Vorterix?

Hubiese sido épico. Si, Massacre lo hizo otra vez, solo que tiro abajo un Vorterix explotado y con las canciones que hubiésemos querido sentir en el Obras.

Ya nada de eso importa, el sábado hubo celebración de otro planeta, como si la Niña Dios nos hubiese raptado, nos hubiera dado  un show intenso de 25 temas y nos haya escupido, para que salgamos y no entendamos nada de lo que paso.

A esta altura, el público ya sabe que esperar del quinteto. Sabe de la verborragia de su eterno frontman, sabe de sus encuestas, sabe que alguna se le puede escapar, sabe que conoce a sus seguidores, hasta en los aspectos más privados de sus vida, como la del casamiento de dos fans massacreros, hasta para hacer un paralelismo entre uno de sus juguetes que se quedó sin pilas y las ganas de que eso nunca pase con ellos. Años de carrera en sus espaldas hacen que esta banda de sea también un ambiente familiar.

En cuanto a lo musical, podemos nombrar que no falto nada en su repertorio: skate-punk, progresivo, pop de su rica carrera. Diferentes Maneras,  Ana y Tanto Amor, dan fe de lo que digo, se nota que el viejo publico busca el palo y la bolsa, y a veces se los ve como ahorrando energías para lo que se viene.

Así fue como que todo lo que buscaban se dio en el bis: El “himno del skate-punk” como lo es Diferentes Maneras, el clásico reciclado por Catupecu como Plan B: anhelo de satisfacción, el canto de desahogo y casi en mantra “Puedo crecer, aunque no pueda soñar” de Mi Mami no lo hara y si hay lugar para la felicidad y la sorpresa, el momento cúlmine con el siempre pedido, y desde la capilla que cumplieron con “Papel Floreado” para que mas de uno se vaya emocionado, como si todavía fuese un adolescente.

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