María Codino: «Me resultan interesantes las maneras de adaptación del ser humano y las cosas que surgen de eso»

La posibilidad de estar en casa durante un mayor período de tiempo da la chance de escuchar música con más atención, María Codino es una artista que viene trabajando hace varios años en formato, a finales de 2019 comenzó a emprender una aventura solista que la depositó en «Ese fragmento velado», su primer EP el cual redescubre su persona y la posiciona como una opción muy válida para este sonido de verano.

¿Cuáles fueron los mayores aprendizajes a lo largo del camino de «Ese fragmento velado»?

Creo que fueron animarme a hacer algo que tenía la inquietud hace tiempo, sacar algo de manera solista. Aunque disfruto mucho la dinámica de banda, tenía la inquietud artística de hacer esto, pero me llenaba de incertidumbre hacerlo sola y menos que menos me imaginaba usando mi propio nombre, tantee varios seudónimos durante varios meses, pero al final ninguno me resultaba lo suficientemente personal. 

¿Cómo se dio la elección de las canciones? ¿Las une algún concepto o solamente las elegiste porque fueron las que más te gustaron?

En un principio las elegí porque eran las que más me gustaban y sentía que tenían que estar. Una vez luego de terminar el EP, empecé a ver que todas tenían un hilo conductor, todas hablan de una cuestión posmoderna, de cómo nos comunicamos, cómo queremos mostrarnos, cómo no mostrarnos, cómo se vive en ese borde de cosas instantáneas, los loops, las identidades que se pueden cambiar fácilmente a través de las redes, y abajo de todo eso, la insatisfacción.

¿La particularidad de este año te hizo frenar en algún momento con este proyecto?

La verdad que al ser un año con tanto cambio de paradigma, hubo que repensar todas las formas de hacer las cosas, las presentaciones en vivo, los lanzamientos, entonces desde ese lado no es que sentí un frenazo pero sí un gran cambio de planes. Y a raíz de esto, por otro lado, lo sentí como un año de mucha observación, todo esto de la pandemia fue algo completamente nuevo y caótico, y eso trae mucho hilo para cortar. Me resultan interesantes las maneras de adaptación del ser humano y las cosas que surgen de eso.

Tu formación en Diseño de Imagen y Sonido, ¿en cuáles aspectos potenció tu trabajo y en cuáles crees que también te complicó?

El diseño audiovisual me ayuda en muchos aspectos; por ejemplo en cómo encarar la cuestión estética, cómo plantearlo, cómo sintetizar ciertas cosas y hacer hincapié en otras. Soy muy consciente del para qué y el concepto, con cada detalle estas contando algo, y eso es lo que le da al todo una identidad, un sentido propio. Por eso, soy bastante detallista con todo, desde los paneos de cada arreglo hasta las texturas del arte de tapa. Por esto mismo, muchas veces me vuelvo un poco sobre consciente y me cuesta librar un poco las cosas a que vayan tomando su forma. 

¿Cuáles son los próximos pasos con este material? ¿Cómo es tu relación con el streaming? 

Hay un streaming pendiente con Niceto que tuve que posponer por un accidente que me imposibilitó tocar dos meses. La verdad que soy una gran consumidora de recitales en YouTube, sobretodo si son sesiones en lugares chiquitos, siento que es una manera de descubrir un poco más a lxs artistas. Por eso la idea de hacer algún material audiovisual me resulta interesante, y hasta necesario en esta época tan audiovisual en la que estamos viviendo. También me gustaría presentar el EP en vivo después de las vacaciones.

¿Cuáles son los y las artistas que te acompañaron con su música a lo largo de este proceso del primer disco?

Para este disco tomé de referencia tres artistas. La estética sonora de St Vincent, esa especie de quilombo controlado que logra mezclado con cierta elegancia me encanta. Por otro lado Sufjan Stevens, particularmente el disco The Age of ADZ que es uno de mis favoritos de la vida, por la calidad de exploración sonora y sentimiento, y por último como una referencia más lejana, la intimidad con la voz que logra Soko en su primer disco I Thought I was an alien.

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