Durante los últimos 18 años, La Renga apenas pisó suelo porteño. En todo ese tiempo, el Estadio Tomás Adolfo Ducó de Parque Patricios fue el único recinto habilitado para recibir a la banda en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Apenas dos ocasiones, nueve conciertos en total. Por eso, la serie de tres shows en Huracán en pleno invierno no fue un simple regreso: fue una conquista.
La autorización no cayó del cielo. Fue el resultado de una insistencia constante y silenciosa, de ese trabajo de hormiga que la banda viene llevando a cabo desde hace años para poder tocar donde quiera. Y esta vez, lo logró. Tres noches consecutivas con entradas agotadas y el Ducó colmado de almas ansiosas por verlos, sin tener que viajar cientos de kilómetros.
El sábado 28 de junio fue la primera parada. El estadio hervía de energía a pesar del frío. Todo listo para un show que, sorpresivamente, se anunció más temprano de lo habitual. A las 21 en punto, las luces se apagaron y comenzó a sonar la intro de «Totalmente poseídos», nombre de la gira que sirve como excusa para presentar tres canciones inéditas, incluidas en el documental sobre el tour postpandemia.
Durante casi tres horas, La Renga ofreció un concierto con varias perlas inesperadas: el regreso de «Poder» al repertorio, la inclusión de «Circo Romano», un clásico de 1993 que sigue describiendo con crudeza los tiempos actuales, y el emotivo retorno de «San Miguel», dedicada a Keco, el fan fallecido en el trágico show de La Plata en 2010. El delirio colectivo llegó con «Psilocybe Mexicana», que hizo bailar hasta al más congelado de la popular.
La gélida noche fue testigo de una certeza: La Renga sigue tan vigente como siempre, y su gente –especialmente la que no suele viajar a verlos– celebró ese reencuentro cerca de casa como una verdadera fiesta barrial.
Las dos fechas siguientes no se quedaron atrás. El martes, en particular, tuvo una atmósfera especial y un setlist radicalmente distinto al del sábado, confirmando que esta banda no repite fórmulas.
La serie terminó sin incidentes. Y eso, en este contexto, también es noticia. Ojalá se vuelva costumbre: La Renga tocando en su ciudad, con más escenarios disponibles y menos trabas. Porque si hay algo que quedó claro en estas tres noches, es que el rock sigue teniendo casa en Buenos Aires.
Cobertura: Leandro Olivo (desde Santa Fe)
Ayúdanos a seguir creciendo
Si te ha gustado la nota, podés hacer una pequeña contribución para ayudarnos a seguir adelante con el proyecto. Si estás en Argentina, podés hacerlo a través de este enlace, y si te encuentras en cualquier otro lugar del mundo, aquí tenés el link correspondiente. ¡Gracias por tu apoyo!
