Es imposible pensar que un tipo con más de 20 discos y casi 40 años de trayectoria sea la estrella más destacada e innovadora de nuestra música en este 2020, si tenemos el margen para hacerlo desde este espacio queremos reafirmarlo porque Fito Páez sigo mostrando su vitalidad y sus ganas de hacer más y más.
Hay un precepto que afirma que los grandes artistas tienen su momento de mayor esplendor compositivos entre los 25 y 40 años, si repasamos un poco los discos de Páez en ese etapa encontramos «Circo Beat», «Euforia» y «El amor después del amor», entre otros. Sin embargo, «La Conquista del Espacio» es un disco que puede entrar tranquilamente en ese intervalo, allá por marzo el despegue de la gira iba a ser en Rosario, su ciudad. Ocho meses después vimos cómo esta nave se remodeló y salió desde la calle Humboldt en Villa Crespo, precisamente desde el Movistar Arena.
El rosarino se animó al streaming de manera formal, ya había hecho dos de manera solista con su piano en su hogar y nos había llevado a picos emotivos altísimos, para este domingo esperábamos mucho más porque venía con banda y los pocos preparativos que adelantaron nos presagiaban que se venía algo de altísimo nivel internacional.
Una cuenta regresiva, ya un clásico para este formato de shows, y el tema homónimo era el primero que sonaba. Fito estaba radiante, contento desde el primer minuto y la lista de temas fue inapelable. Un hit tras otro en ejecuciones deluxe. Los años pasan y las versiones se van renovando, la muestra más clara fue la participación de Nathy Peluso para «Yo vengo ofrecer mi corazón». El corazón de Páez es grande y siempre apoyó a las nuevas generaciones, el domingo volvió a pasar.
«Al lado del camino», aggiornando algunas palabras de esa catarata interminable que nos tiene en un pico emotivo de varios minutos, «La canción de las bestias», una de las nuevas más festejadas de su último disco. El costado más salvaje y más intimista de Fito. La dedicatoria para Cantilo de «Fue amor», uno de esos temas sin fecha de vencimiento. Estos fueron algunos de los momentos a destacar para no hacer tan pesado al texto.
La puesta en escena fue inmaculada, cada uno de los músicos que acompañaron a Fito tenía su look y su personalidad, acompañaban unas pantallas con animaciones para cada composición. Un show de nivel internacional como un artista de este calibre amerita. A veces es difícil para un/a crítico/a o un/a cronista afirmar que un show no tuvo fisuras, y éste no las tuvo sin lugar a dudas.
Si te lo seguimos contando no vale la pena porque hay nuevas funciones el próximo 8 de noviembre. Para el final, es necesario resaltar un video del backstage, el cual fue compartido en redes, en el cual Fito afirma: «Nos falta la gente, pero nosotros tenemos que tocar como si hubieran 200 mil personas enfrente». Vaya si lo han hecho y han estado a la altura de un desafío tan complejo para una banda acostumbrada a tocar para arenas completas de punta a punta. A sus 57 años, el rosarino sigue conquistando nuevos espacios y por suerte pudimos ser testigos.
