Un ritual al espíritu

Los Espíritus en Teatro Flores

Hermosa sensación la de arrancar la jornada laboral un día viernes sabiendo que se viene un fin de semana largo por delante, pero más aún es más hermosa porque se venía una tremenda noche de rock psicodélico a cargo de los referentes indiscutidos en el rubro en la escena nacional.

Surgida en el ámbito independiente allá por el 2010, Los Espíritus es hoy una de las pocas bandas capaz de llenar el Teatro de Flores dos fechas consecutivas, y repetirlo en tan solo unos meses de diferencia, con el agregado de que Usted Señálemelo hacía lo propio en el Teatro de Colegiales, como para revalorizar aún más el cartel de las entradas agotadas.

Luego de girar por el interior del país, Perú, Bolivia y Europa, la banda del barrio de La Paternal volvía a hacer una doble fecha para (quizás) cerrar el paso de Agua Ardiente, su último disco, antes de sacar a luz el nuevo material que vinieron trabajando en estudios del viejo continente.

Para sumergirnos de lleno en la noche, Mambo Surf fue la encargada de abrir el telón con un público aún tibio y en proceso de formación, ya que la gente que frecuentan los rituales al espíritu saben que los muchachos se toman su tiempo para salir a tocar. Paradojicamente esta no fue la excepción y el septeto arrancó la noche quince minutos después de la hora indicada.

El teatro empezó a levantar temperatura, y el show despegó con el nostálgico «Mapa Vacío». Luego siguió con dos de las canciones que fidelizan a los fanáticos del clásico rock argentino ya que encuentran en ellos la fórmula clásica: «Jugo», «La crecida» y «Noches de verano», saltando de un disco a otro con riffs pegadizos y pogeables mezclados con letras directas y con la caracteristica voz de Maxi Prietto, fueron los encargados de activar las primeras gotas de transpiración.

«Marihuana» sumergió a todos en una brea instrumental y psicodélica que termina de definir al público seguidor de la banda, para luego caer de lleno en los introspectivos y románticos «Perdida en el Fuego» y «Huracanes».

Los Espíritus, con una marcada postura política, no esquivan tomarse su tiempo ante los cánticos del público identificado en estas ideas y sostenidas por la banda en hechos concretos de recitales a beneficio de causas vinculadas a los derechos humanos, explota con las letras de mayor contenido de conciencia social: «las armas las carga el diablo y las descarga un oficial» se escucha del micrófono de Prietto y los silbidos unánimes del público prácticamente paralizan a la banda y toman protagonismo para mostrarse completamente en contra de la realidad manifestada en la letra.

La noche empieza a cerrarse,y no puede hacerse de mejor manera que con «La rueda que gira al mundo» que empuja al público a un último esfuerzo para liberar todas las energías con una letra cargada de realidad social.

Se cierra el telón y queda claro que exploración mística y músical de Los Espíritus inundada de realidad es una fórmula implacable para la juventud de hoy en día, la cual llenó y volverá a llenar el teatro cada vez que haya un nuevo llamado al Espíritu.

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