Rock robusto para los jóvenes

Nothing But Thieves en Niceto Club

Nothing But Thieves, el quinteto inglés de rock alternativo formado en 2012, llegó por primera vez a la argentina. Su eufórico joven público colmó Niceto Club un domingo a la noche y cantó sus canciones durante todo el recital. Por su parte, la banda nacional de rock-pop 1915 abrió la fecha.

Se respiraba emoción y ansiedad, la audiencia de mayor porcentaje femenino cantaba por la banda, gritaba a cada prueba de sonido de instrumento y hasta alentaba a Indiefolks, la productora que los trajo.

Entraron los integrantes de alrededor de 25 años bien arreglados, con camperas de cuero, jeanes ajustados y camisa salvo su líder Conor Mason. Este se encontraba con la remera de Argentina, y un jogging negro simplón.

“I Was Just A Kid”, la primera canción de Broken Machine (su último álbum) inició el setlist de 18 canciones. “Vos me diste algo en que creer” cantaban los fans bastante más alto que Mason. De hecho, la voz del cantante en las primeras cinco canciones se escuchó baja. Además de que estaban a un volumen desacorde, los gritos de las personas hacían que sea más difícil notarla. Temas como “Soda” o “Broken Machine” perdieron la claridad por esto. La audiencia no le prestaba atención a este percance y cantaba casi al llanto las letras. Saltaban, filmaban y le decían que lo amaban.

El instrumental compuesto por dos guitarras, un bajo y una batería era bastante más contundente y ruidoso que en estudio. Los efectos de distorsión en las cuerdas eran considerablemente más vibrantes y graves. La batería, en cambio, tenía un sonido más seco y corto. Se hacía difícil distinguir las melodías dada la violencia sonora de sus instrumentos.

A partir de “I´m Not Made by Design” el volumen de la voz de Mason aumentó. En este tramo además de la ya mencionada sonaron “Live Like Animals” y “Number 13” temas con un tono convincente y confiado por parte del vocalista, un tempo de batería veloz y guitarras entrecortadas.

Luego NTB alternó por canciones más emotivas, donde la voz de Conor se tornó más blanda y con emociones de lamento. “Particles”, “If I Get High” y “Trip Switch” fueron las elegidas para esto.

Su último single lanzado el 27 de agosto, “Forever & Ever More”, retomó el temblor de las guitarras y a sorpresa de la banda los fans ya se habían aprendido la letra de este reciente lanzamiento. “Neon Brother” continuó con el estilo pesado, y antes de que llegue el encore tocaron “Sorry” su hit más reproducido.

Dos canciones más faltaban para cerrar la noche, pero antes de arrancarlas Conor Mason hacía alusión a que éramos el mejor público para el que habían tocado. Pregunto si los volverían a ver si regresaban, y luego de una rápida respuesta positiva comenzó el final. “Itch” y “Amsterdam” para alborotar a la masa una vez más, y dejarla extenuada en la culminación del fin de semana.

Nothing But Thieves conquistó al público adolescente-adulto argentino con su rock robusto de letras que generan afinidad y una conmovedora voz.

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