Residente, un viaje poético y musical sin moverse de lugar

Residente en Luna Park (Noche 1)

El día se anunciaba soleado, un anticipo de los sucesos que se iban a desencadenar ese jueves, en donde el calor caribeño y los versos únicos y combativos harían retumbar el Luna Park. Efectivamente, Residente fue todo lo que esperábamos y más.

El rapero presentaba su disco solista en el Luna y la ansiedad estallaba. René, ex cantante puertorriqueño de Calle 13, una banda ecléctica que supo experimentar con diversos géneros, honrándolos a todos, nos embarcó en un viaje por el mundo, probando y confirmando que él es residente de todos los países. Aunque una bandera boricua sellaba su remera y la lucha por la independencia de su país fue reivindicada en varios momentos del recital, la consigna de investigar sus orígenes y los viajes que el rapero hizo por varios lugares del mundo ( viajes que impulsaron la creación de varios de los temas de este disco) prueban que es un artista capaz de integrarlo todo y hacerlo funcional a su objetivo: transmitir, emocionar y sobre todo hacer reflexionar.

Es que René es un rapero que las tiene todas, inteligencia, originalidad y una rima rápida y directa como una flecha. Pero es sobre todo un luchador, un justiciero y un poeta. Parado desde el escenario, con un movimiento constante de manos que nos recuerda al porte de los boxeadores, René disparó contra todo y contra todos, pero siempre de manera respetuosa. Pidió por Santiago Maldonado, se enfrentó a la industria musical y criticó la guerra y la actitud de algunos gobiernos. Se puso la camiseta en todos los sentidos de la palabra cuestionando el mundo en el que vivimos y abrazando sus diferencias y deformidades.

Abrió el recital con «Somos anormales», bancando y enalteciendo las imperfecciones. En un mundo tan «filtro de Instagram» que hace que todas las caras se parezcan un poco,  siempre es refrescante escuchar a alguien que dice «que lo que no es igual, sobresale». En “La sombra”, prolongó esta temática, dedicándole un tema a un concepto no tan popular y rescatando todas sus virtudes que, para el ojo promedio, pasan desapercibidas. “La sombra le da volumen a las cosas” afirmó, hablando, tal vez sin saberlo, de su propia habilidad con las palabras, ya que nos permite ver lo que ni sabíamos que existía o descubrir las cosas desde ángulos impensados.

No podía faltar el momento «piel de gallina» cuando le dedicó un tema a su hijo que estaba presente en el escenario, poniendo en relieve todas las maravillas de la infancia con versos de dulce singularidad.

Mientras iban sucediéndose las canciones, Residente nos presentaba a su banda. Un haz de luz los iluminaba y cada uno de ellos hizo su magia confirmando que, efectivamente, son iluminados. También invitó al escenario a Mariana Carrizo que nos hizo estremecer con su voz y luego, intercalando canciones con sonidos de China, África y otras partes del mundo, contó la odisea que atravesó para conseguir al organista Roger Sayer, quien participó de la película Interestelar, demostrando su perfeccionismo y obsesión por conseguir el sonido justo. No faltaron los clásicos de Calle 13, haciendo estallar al público que parecía una masa unida saltando en un solo pie.

Todo lo sucedido en el escenario, sus letras y composiciones demuestran que René es un artista ecléctico que sabe reinventarse y cuya curiosidad, inquietud y movimiento se transmiten en sus shows dejándonos a todos con ganas de más. Su búsqueda musical es un viaje en el que todos nos queremos embarcar.

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