Placard: «Estamos acá, y desde acá hacemos»

En momentos de singles y temas presentados a grajeas, Placard tiene dos discos nuevos en 8 meses. «Yendo» y «Beibi» son diferentes propuestas, pero tienen puntos en común porque convivieron. Charlamos con Mike en estos días de cuarentena y nos contó cómo fue el proceso de composición y el Beibi Shower que armaron para presentar el disco. Una banda creativa, que exprime recursos, con ustedes Placard.

Si para el mundo fue un año movido, para Placard no podía hacer la excepción. ¿Cómo fue eso de grabar dos discos en doce meses? ¿Es fácil cambiar el switch de uno a otro? 

Fue algo hermoso y nunca lo habíamos hecho. En este último año le metimos mucho más ritmo. YENDO se grabó entre diciembre de 2018 y abril de 2019. Y Beibi desde mayo 2018 hasta diciembre de 2019 aprox. El switch que decís es un músculo, mientras más lo hagas menos te va a costar. Por mí lado vivo así, entre muchos temas y aprendí que solo se puede llevar a cabo con una ética de trabajo y entrega.

Cuando estás en una cosa te dedicas, y cuando pasas a la otra, también. Ver que más colegas la practican, y a la vez le inyectan el gozo me inspira mucho. Salvando las distancias y escalas, me encanta el balance de Flaming Lips, viven grabando y haciendo otras cosas que acompañan a la música, son una gran influencia. Y a la vez otra realidad, ojo. Estamos acá, y desde acá hacemos. Eso nunca lo olvidamos.

«Beibi» tiene un motor especial, que fue el embarazo de tu compañera. ¿Cómo nació la idea y por qué elegiste esas canciones del repertorio para versionar? 

Nació de una noche llena de emociones. Habíamos ido con Lau a ver a Paula Maffia en el Xirgu. Y esa noche, Lau me dijo literal: «no frikees, estoy embarazada», antes del show, y me quedé pensando en eso todo el concierto jaja. Viendo como Pau estaba significando con su gran noche, me movilizó. Cuando tocó su versión de Canción para Bañar la Luna de María Elena Walsh. algo se abrió y conecté: hacerle música al futurito que se venía. Así que me hice la promesa de grabarle un disco y cumplí. Cuando tenés el movimiento dentro, lo mejor es continuar la onda. Gracias Maffia Elena Walsh.

Elegir el repertorio fue muy divertido. Fue una selección de muchos ánimos, desde lo juguetón a lo relajante. Desde lo sonoro, el norte fue que Andrés se alimente de locura, nunca de solemnidad. Y esto, no es un ‘Placard for babies’. Hasta es un disco que no tiene elementos muy distintivos nuestros, como las voces y las guitarras eléctricas. Fue otro encare. Tuve muchas opciones del repertorio. ‘Ruta’ fue el primer intento y se lo mandé a Pame Catalina (manager de Los Besos y Amor Elefante). Le conté lo que estaba haciendo, y dijo que le daba curiosidad escuchar ‘Playa’ y ‘Dormís Conmigo’. Nunca las tuve en cuenta y su desafío me orientó más. Con ellas entendí que no tenía que recrear todo, sino acentuar otras intenciones, reescribir y colorear. Eso se notó mucho con ‘Dormís Conmigo’, que fue la segunda. Desde ahí no paré de jugar, atravesando todo ambient.

De 18, quedaron 10. En Beibi hay 11 porque ‘Carcarañá’ lo abre y cierra con dos versiones distintas. La compuse al lado del río Carcarañá. Incluirla así en Beibi fue un lindo sandwich, hasta hace que todas las otras canciones fluyan en nuestro propio río musical. Es más, el nuevo logo de Placard es así, algunas personas lo ven como un río. Beibi fluye y eso me encanta. Es un álbum de escucha entera que también funciona muy bien como once sencillos.   

A finales de mayo hicieron un «Baby shower» por streaming del disco. ¿Cómo fue la producción de tal experiencia hoy tan en boga en la nueva escena?

El streaming es para compartir, generar contenido y no perderse de vista. Es un método más de superviviencia y significar. Ví muchos streamings desde que comenzó la cuarentena, y sabía que tenía que imprimirle nuestra personalidad al asunto y encontrarle la vuelta en este contexto.

La idea es que siempre presentamos nuestros álbums en CC Matienzo pase lo que pase. Es una promesa interna. Sea buena o mala racha, es ahí. Y en Matienzo nos quieren. Bueno, la cuarentena no iba a cancelar los planes, solo adaptarlos. Matienzo cerrado. Shows cancelados. No importó. Lo presentamos en un formato híbrido de transmisión en vivo para poder realizarlo y 500 personas asistieron al primer baby shower digital de un álbum. Lo hicimos horas antes de que naciera ‘Beibi’. A través de las redes de Matienzo, lo conduje junto a Bárbara Jack (directora de Radio Colmena) y se trazó un nuevo nivel de hibridez en los streaming. Quizás el principio de un formato para presentar álbums a distancia a través de Instagram. Hicimos 60′ de transmisión curada con escucha en HD para auriculares, entrevista, retrospectiva de la banda, testimonios y mensajes en video de colegas madres sobre combinar maternidad y música. Se sintió como un limbo de paz y sensibilidad.

Desde que nació Beibi recibimos mensajes sobre la calma que trae y que es muy necesaria en este contexto. Lo están escuchando para yoga, concentrarse, estudiar, bailar. Nos pone muy felices que esté sucediendo.  

«Yendo», el disco editado en septiembre tiene nominaciones al Gardel. ¿Son escépticos con respecto a esto o entienden que es un aliciente que puede ayudar a visibilizar a  la banda?

Aunque somos una islita, YENDO fue postulado al Gardel en las ternas de Mejor Arte de Tapa, Grabación, Colaboración y Canción (por ‘Áncash’ junto a Morbo y Mambo). Recibimos varios mensajes de «acabo de votarles en los Gardel» de parte de jurados y nos puso felices. Dimos mucho por este álbum y lo de los Gardel puede ser una linda prolongación. Ojalá ocurra.

YENDO es una linda apuesta que hicimos desde lo musical con 4 nortes bien definidos: viaje, fuerza, locura y ritmo. Es un catálogo de lo que mejor condensamos en este tiempo de banda. Y con Yendo y Beibi nos empezó a escuchar mucha más gente y de todo el país, así que algo bien estamos haciendo. De ahí vendrán las inversiones, de algún lado caerá el fruto.  

¿Cómo ves que se va a adaptar «Placard» a la nueva normalidad? ¿Le va a gustar o no?

Pensá en alguien que nunca tuvo que hacerlo, quizás hoy se come la cabeza porque estos meses es la única visibilidad posible a la que puede alcanzar. Mirar a cámara, hablar, medir palabras, tener una estrategia. Siempre fuimos contenidistas, de dar y dar en redes. En ese sentido, ya tenemos entrenamiento de hacer y generar contenido. Por ese lado, desde lo propio vamos a estar bien. Ya empezamos a grabar y componer a la distancia. Hay demos encaminados, muchas ideas en base a sintes y a loops. Por suerte Lau, Juan y Ari pueden grabar desde su casa.

Lo que por ahora vamos a extrañar es que con los últimos años tuvimos muchos mejores vivos, se empezó a hablar de eso. Ahora que no hay recitales, habrá que significar desde otro lado. Y en otra escala también. Como por ahora las normas de trabajo son para proyectos musicales que mueven guita, y pueden asumir el costo de cumplir con protocolos de seguridad, higiene, aislamiento, metros cuadrados por músicx … es para un sector específico. Para quienes no tenemos espalda, es transmitir desde casa. Hay cada vez más antenas así que intentaremos ser de las transmisoras.

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