Palo Pandolfo & La Hermandad en Niceto Club: 30 años del dragón en vuelo

Junto a su banda La Hermandad, en un show versátil y vibrante, Palo repasó lo mejor de su carrera en Palermo.

Luego de un sábado recalcitrante y húmedo en la ciudad, de esos de los cuales siempre buscamos huir, la noche nos brinda algo de tregua con una agradable brisa veraniega.

Ya avanzadas las 21 horas, sale al escenario Juan Rosasco, con su barba y bigote al estilo Zappa. Junto a su banda, amenizaron la previa con sus canciones comandadas desde el piano; mucha melodía y arreglos vocales de parte de todos los integrantes. Hubo espacio para el rock, temas mid tempo, y hasta guiños al candombe y el folclore. En dos temas contaron con la interesante voz de Fernanda Mores. Algunas de las canciones que sonaron fueron “Niebla de otoño”, “Tu Revolución”, el estreno de “Mañanitas” y el cierre con “Hipnosis”.

Al terminar el acto inicial, se cierra el telón, y mientras se prepara todo en el escenario, suena After Chabón de Sumo, muy bien recibido por los presentes, que comenzaban a poblar el pequeño y ya clásico recinto de Palermo. El público predominante es gente que curtió los ‘90, y en muchos casos los ‘80, con cuarenta y tantos años encima, mezclado con otros tantos de 25 en adelante. Todos parecen venir a buscar lo mismo, ,al menos por un rato, refugiarse de las penurias de la realidad actual, a través de la propuesta de artistas “de culto” como Palo Pandolfo, cuya obra siempre pudo considerarse dentro del plano “contracultural”.

El ritual se inició con la apacible y porteña Auto Unión, incluida originalmente en Espiritango (1994) de Los Visitantes. A partir de allí cada tema aportó una cuota extra de intensidad, hasta lograr que público se entregue completamente al trance y al baile; especialmente en puntos álgidos, como Paloma (de Los Visitantes) y Tazas de té chino, primer tema de Don Cornelio y la Zona que sonó en la noche.

Palo parece ser un una especie de eterno niño sensible, con muchísima energía, la sonrisa siempre a flor de piel, sus peculiares movimientos y esa voz temblorosa tan característica. Durante toda la noche empuño su Gibson SG negra, con esa forma tan expresiva e intuitiva de tocar, acompañado de la Hermandad, una muy sólida formación que parte de la poderosa base de Alito Spina en bajo y Federico Gil Solá en batería, pasando por las texturas que aportan Gerardo Farez desde los teclados, Mariano Mieres en guitarras y Matías Ruiz en percusión.

Ph. Orly Cristófalo (Palo Pandolfo Fan Page)

El sonido del show tuvo algunos baches, en los primeros temas la voz de Palo se escuchó poco, y en varias canciones hubo algunos acoples e interferencias, que sin embargo no lograron opacar la contundente performance de una banda que por momentos, sonaba envolvente y como una aplanadora.

Entre sorbos de whisky, los temas fueron transcurriendo, de su repertorio solista fueron notables los temas Galáctica, compuesto junto al bajista, Alito Spina y Un reflejo, uno de los últimos cortes de difusión lanzados por la banda.

Desde el público, no faltó el cántico, cada vez más habitual en recitales, de “Mauricio Macri la puta que te pario…”. La banda acompañó la iniciativa, primero desde un pattern del baterista, al que luego se acopló el resto de la banda, en una insólita y espontánea mini jam, con tintes jazzísticos.

La cima del show se consiguió a través de poderosos e inoxidables clásicos como El rosario en el muro y Cabeza de Platino, de Don Cornelio, La tapa de los sesos y Playas oscuras de Los Visitantes.

En un determinado momento Palo hace señas inequívocas al público, y apela a la generosidad de un alma caritativa, que le acerca un fasito, el cual va a disfrutar tras bambalinas. Al regresar interpreta, esta vez sin su guitarra, el clásico más grande de su carrera, infaltable en cualquier buena playlist de los ‘80, y versionado recientemente por Vanthra. Hablo, por supuesto, de Ella Vendrá, incluida en aquél mítico álbum debut de Don Cornelio y la Zona (1987). Sin dudas, uno de los momentos más memorables del show.

Ya para los bises, con su silbato colgando, y con Sergio, el único invitado, aportando vientos, la noche cierra a todo trapo con Estaré, Sapo Sapo y Pi Pa Pu, de Los Visitantes.

En una noche de verano, con un show enérgico y vibrante, Palo repasó 30 años de una carrera prolífica y por demás versátil, El vuelo del Dragón, que ya estrenó su primera parte como álbum en vivo en plataformas digitales, contará con dos episodios más, que se lanzarán en el transcurso del próximo semestre.

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