Marilina Bertoldi en Teatro Flores: La jefa pasó por aquí

Creo que en este momento de derechos adquiridos, bien ganados y los muchos que todavía nos falta por ganar, el rock ha perdido la fuerza que bien necesita para ser el movimiento necesario de transformación. Sin transgresiones, “portándose bien”, el rock va perdiendo significado.

En cambio a las pibas les pasa algo diferente. La revolución que están viviendo es la misma que se ve en los escenarios cada vez más agolpados de propuestas y de público.Es por ello, que la reciente ganadora del Gardel de Oro pisó fuerte el Teatro Flores en una fecha que prometía explosión y que la tuvo.

Dieciséis canciones fueron parte de la propuesta de Marilina, donde no faltó nada, ni los gritos de guerra de las pibas, ni el vestuario que hacen que la introvertida Marilina saque toda su personalidad (o personaje?) el piso de espejo y toda la banda que la acompaña en fechas fuertes.

El público cantó, vibró y hasta se bancó que Marilina se haya olvidado la letra en «Enterrarte». Poco les importó, ya que el resto del recital, con sabor a corto, fue una bomba tras otra. El in crescendo de la banda que rodea a Bertoldi fue tal, que ahora cuenta con dos coristas que la acompañan muy bien y la vuelta de Hernán Rupolo, ex compañero en Connor Questa.

Al final, y cuando todos los músicos en su lugar se van a la trastienda del escenario para seguir la noche y descansar un poco, Marilina volvió con las suyas para seguir agitando y haciéndose cargo del lugar donde la pusieron, y bien llevado lo tiene.

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