Lo primero es la familia

De la Gran Piñata en Teatro Flores

Hace unos meses en el bunker de Dlgp había varias cosas por resolver, entre ellas el próximo paso en Capital, en donde se había llegado a un techo en lo que tenía que ver con la convocatoria de ciertos lugares. Nuestra ciudad carece de lugares con capacidad para 3000 espectadores, algo que parece cada vez más preocupante para las bandas emergentes.

_dsc0946La apuesta se llamó #DobleoNada, y el resultado fue ganancia pura. El sábado el Vorterix, con entradas agotadas, fue el puntapié, para desembocar el domingo en el Teatro Flores, el cual los va adoptando de a poco. Una puntualidad extrema generó que mucho público rezagado siga ingresando hasta el 5to tema.

La primera parte del concierto mostró la parte más cruda, casi thrash de la banda. La mutación que vienen llevando a cabo Panter y sus muchachos sigue sorprendiendo, y hace que debamos procesar las distintas versiones que presentan show a show. Por su parte, una pantalla rebelde quiso ganar protagonismo pero la música y el público pudo mucho más.

“Veredas” y “Josefina” nos empezaron a indicar que se venía el tramo final, pero aún quedaban detalles para recalcar. Antes de “Tu can”, Panter tuvo unas palabras que marcaron una línea que tiene La Piñata, lamentablemente hay que estar acostumbrado a que en nuestro rock se le pegue al que crece o al que corta tickets, y a ellos no les gusta para nada eso. El lenguaje que utilizan son las canciones, y el domingo quedó más que evidenciado.

“La mosca y la araña” fue el último de dos noches históricas, en las cuales no se quedaron con nada. De la Gran Piñata no da pasos en falso, hace apuestas certeras, que no dejan dudas, que convencen a ellos y a su gente. El 2017 los tendrá con más shows, y seguramente con un crecimiento exponencial a lo largo y ancho del país. Del techo aún ni hablemos porque parece estar muy lejos.

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