Ya sea con la excusa de despedir el año o de presentar los sencillos lanzados durante el año, Juan Ingaramo llenó Teatro Vorterix un viernes 13 muy caluroso y lleno de baile.
El campeón de la nueva era, el que entendió cómo funciona la música actual, hizo un recorrido por su 2019 incluyendo su último disco (2018) y algunas canciones más que ya son clásicos. Lo denominamos como tal por haber sido capaz de captar y tomar provecho de las nuevas formas de consumo musical que se viven. No necesita tener un estilo y aferrarse a tal, sino que se suma a la idea de brindar algo diferente, jugar con sus ideas y hacer que lleguen de la mejor forma a su público. Así como explicó en un momento de la noche, recordando sus inicios en la música, la vez que teloneando a una banda de rock lo insultaron por el hecho de hacer algo que salía de lo común; ocasión de la que tomó ventaja probando y redescubriendo sobre eso que le criticaban, jugando con el autotune y no parando hasta agotar un Teatro Vorterix, en el que se planta sobre el escenario desde el cual no deja de recibir aplausos.
Las primeras notas de “Cuartefunk” que obligan a bailar al ritmo de su más reciente hit, acompañadas de luces, humo y una lluvia de papelitos, como para arrancar tranquilos.
Acompañado de su banda, aunque con él como protagonista delante de unas pantallas que eran su encuadre perfecto para cada una de las canciones. Ese fue el territorio sobre el que desplegó su baile y encanto durante toda la noche, aunque en algunos momentos en compañía de sorpresas.
Interpretó canciones repartidas entre sus discos “Best Seller” y “Músico” tales como “Lo de adentro”, “Comodín”, “El compositor” y “Matemática«. Todas y cada una de ellas cantadas por el público que iba entrando el calor. Para “Melopea”, una canción de su primer disco, Emme, su corista estrella, bajó para cantar a su lado, e invitó a su amigo León en guitarra para regalarnos una versión acústica.
Tal como había spoileado por sus redes, sonó “Amor” de Chapa C haciendo referencia a un video subido a Facebook de la época en que recién arrancaba con su música, donde interpretaba en el teclado una versión del tipo balada de este tema. Luego de la escucha, la interpretó en vivo en el teclado, por los viejos tiempos.
Siguiendo con el formato solista con su teclado se dio el gusto con una versión de “Piensa en mí, llora por mí”, la canción de los hermanos brasileros Leandro & Leonardo. Un guiño a su tierra natal con “Por lo que yo te quiero” de Rodrigo y además un imprevisto adelanto del regalo navideño “Cambia mi amor”, canción que saldrá el 25 de diciembre.
Luego de aquel set acústico y melancólico invitó al escenario a Julian Larquier, más conocido como Dinastía, para cantar “Mi chica”. Retomando así el ritmo y recorriendo los diferentes géneros en los que trabaja. Pasó por la cumbia “Acaríñame”, recientemente estrenada en la que participó como invitado del grupo musical Los Ángeles Azules para cantar junto a Julieta Venegas y Jay de la Cueva. También por la bachata dedicada a su pareja, “Romeo y Violeta”, durante la cual representó lo más cercano a un Sandro millenial, con su traje de seda rojo tirando rosas a su público ampliamente femenino.
Ale Sergi y Juliana Gattas, los Miranda, se sumaron a Juan durante “Clave”, el tema que reúne a grandes representantes de lo que es el pop argentino. Para una de las canciones más esperadas Juan renovó vestuario, esta vez más informal al estilo boxeador entonó: «Están todos bailando soy el campeón en el reggaetón», en “El campeón”.
Llegó a casi dos horas de show con las canciones que faltaban de Best Seller, “Fobia”, “Ladran”, el famoso cover «Fuego y pasión”, la ocurrente ”Hace calor” y ”Lengua universal” para coronar la noche llena de ritmo, baile y diversidad. Porque si algo hubo fue agite por parte de todo el público frente a cada tema.
Canciones que fueron desde el cuarteto y la bachata hasta el pop y reggaetón. Lo cual deja en evidencia el presente de Juan Ingaramo, cómo juega con cada uno de los géneros que se cruzan por su camino además de la habilidad que tiene para convertirlos en hits. Queda claro que sea en género que sea, ya es best seller.
