Épica y canciones, un combo indestructible

Attaque 77 en Teatro Vorterix

Luego de ver el nuevo video de la banda con el aditivo de Campino en las voces, Martínez presentó el concierto como el “bonus track” del Obras del mes de abril. Desde ese momento, nos marcó que no era un show más, como todos los que hará Attaque de acá en adelante. No sabemos cuánto hilo queda en el carretel, las tres décadas y sus festejos sumaron un tiempo de descuento que no tiene especificaciones.

El show arrancó caliente, pero de a poco fue bajando intensidad con algunos baches y olvidos de letras desde el escenario, a los cuales la monada bancó con la voz y el corazón. “Angel” fue una de las festejadas, en una versión corta, seguida por un clásico punk como “Gil”. “El cielo puede esperar”, en la versión original, mata cualquier otra que pueda aparecer en la discografía 77.

La catarata de invitados tuvo como protagonista a los integrantes de “Cabeza de Navaja” con el agregado del Chino Vera, quien se hizo cargo de las voces en “Jodie”, “Angeles Caídos “ y “No te pudiste aguantar”. La primera banda de Mariano tenía clásicos como “Ya sé” y “El gran chaparral”, uno de los más queridos por las más de 1300 personas que había en el reducto de la Avenida Lacroze.

Pasaron las once de la noche, horario bisagra en el Vorterix para los conciertos, pero la música seguía sonando. El bloque de “Pedacitos de temas”, donde la gente pedía y ellos ejecutaban, tuvo a “Luz”, “Crecer”, “Antihumano”, “Surfeando..” y “15 segundos” entre sus elegidos. Uno de los momentos más entretenidos y de complicidad con un público, de los más fieles que tiene nuestra escena.

Se venía el final, del disco “Amén” se veían volar a los “Tres Pajaros Negros”, “Numancia” en una versión fatal con una letra brillante. “Chicos y Perros” y una voz combativa que siempre caracterizó a Attaque, para lo último quedaba “Donde las águilas se atreven”,  y ese mensaje de unión y familia. Mariano Martínez tomó el micrófono y dejó entrever cosas sobre el futuro de la banda, lo cual se resume con la siguiente frase: “Lo más importante es que no nos traicionemos a nosotros mismos”. Las significaciones pueden ser cientas, pero solo el futuro sabe que le depara a la banda.

“Perfección” fue el final perfecto porque habla mucho de todos. Esa pieza que abre “Otras Canciones”, y que fue elegida quirúrgicamente por Leo, Lucho, Mariano y Ciro para que perdure en sus conciertos y en nuestras cabezas. El abrazo final antes de los shows de La Plata y la gira que los lleva a Europa por unos meses hay que guardarlo en la memoria y en nuestro corazón. La adolescencia ya pasó, se terminó pero durante dos horas y media la vimos pasar entera sobre un escenario.

 

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