Paradise Lost en Unciclub: El encuentro con el “Paraíso perdido”

Paradise Lost en Uniclub

Martes en Buenos Aires, Uniclub repleto, llegamos a eso de las 20:45 hs, faltaban  unos minutos para comenzar el show. Seguía llegando gente, todos emocionados, todos expectantes, había un ambiente maravilloso.

A veces no necesitas mucho para sentirte pleno, a veces solo necesitas 5 humanos espléndidos: Nick Holmes, Gregory Mackintosh, Aaron Aedy, Steve Edmonson y Walter Väyrynen. Ellos se encargaron de darnos un feroz recital con melodías complejas, oscuras y seductoras con una ejecución musical impecable. Comenzaron con el tema From the Gallows, continuaron con Gothic y luego enloquecimos todos con One Second.

Continuaron con Erased, Enchantment, Requiem, Medusa, An Eternity of Lies, Faith Divides Us – Death Unites Us, Blood and Chaos, As I Die, Beneath Broken Earth y Embers Fire. Luego siguió el Encore con No Hope in Sight, The Longest Winter y finalizaron con Say Just Word.

 

Ver y escuchar a Nick fue increíble, el que por momentos se te parece al vecino misterioso y amable que te topas en el ascensor de vez en cuando, nos enganchó con su voz potente, tenebrosa y majestuosa, este hombre lo dio todo, inclusive hasta regalo con sus propias manos los setlists a los fans que estaban junto al escenario. Fue un gran detalle.

Greg Mackintosh, es un genio, posiblemente uno de los mejores guitarristas de la escena metalera europea actual, y que justo le da ese toque punk-gótico a la banda que la distingue de cualquier otra del género; con su virtuosidad característica, nos extasió a todos con sus solos. Durante el recital hubo momentos fantásticos donde podías ver como él cerraba sus ojos y se dejaba llevar en cada canción que tocaba, en ocasiones se acercaba tanto al público que parecía que todos podíamos tocar la guitarra con él.

Y la noche terminó para todos con este encuentro con la banda, muy íntimo, muy sincero, muy sensorial, donde la música nos trasladó a este sitio simbólico, nos hizo entender donde justamente se encuentra el “paraíso perdido” que no es más que el lugar donde están ellos y donde estamos nosotros, un lugar libre, donde está la música, las notas, las letras oscuras y tristes, que te hacen sentir de todo. Esa noche, en ese mismo lugar, nos hicieron mover el cuerpo y la mente, algunos cerraron los ojos como Greg, algunos agitaban sus cabezas y melenas, algunos descargaban sin parar, otros cantaban sin cesar, otros solo miraban, fue una hermosa obra maestra, fue mágico, creo que todos nos sentimos en el paraíso.

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