Dejando al mundo en trance

Militantes del Clímax en La Trastienda Samsung

Las baldosas de la vereda de Balcarce al 400 van quedando ocultas por el montón de pibes que esperan ansiosos para festejar. Un cumpleaños con entradas agotadas, cubierto de invitados hasta el último huequito de La Trastienda. Ella, que se enciende para desflorar a estos Militantes.

Rodeados por un humo alegre, entre amigos y tragos, la oscuridad domina el lugar y nos va introduciendo a este “Planeta Climax”, donde nos recibe un encapuchado con cara tapada, nos pide silencio y da lugar a un coro de monjes que interpreta un “Happy Birthday” celestial.

‘Vamo’ vieja’ son las palabras claves con las que se ordena el comienzo de este evento. Y decimos evento porque no es un mero recital. Desde sus primeros encuentros, esta banda propone un espectáculo a todo trapo. Además de la música que componen, nos ofrecen una puesta en escena intensa con bailarines, beatbox, dj, músicos invitados y con dramatizaciones totalmente penetrantes. Es un todo fascinante.

Arrancan por ‘Diputado’ metiendo una seguidilla de funky, para terminar la primera parte con un ‘Maradona Caniggia‘ fusionado con ‘El Huevo’. El Universo Clímax nos invade poderosamente con su lado instrumental, nos va cautivando y cuando nos tiene completamente elevados, nos escupe un rap lleno de reflexiones que nos deja maquinando a más no poder.

Crean un lapsus magnético de música pura que estalla con los instrumentos de viento y la gente que va de la mano con ellos. Los cantitos son un integrante más de la banda, como si fueran seguidores de una secta, se suman al ritual de cada canción, explotando en agite y en pogo. Con ‘El Kongo’ y ‘Jazz Funk’ descubren a uno de sus invitados más especiales. ‘El negrito’, que se suma como MC, volviendo sólo por una noche a volarnos la peluca en un viaje de palabras que la gente afirma rítmicamente con dedos, palmas o puños en el aire.

El condimento de la actuación de Manuel Bersi como travesti, la hija de la mucama y la ‘Mirtha Legrand’ fue totalmente destacable. Un tipo representando con crudeza, la ridiculez de la misoginia argentina, que emocionó hasta las lágrimas a más de una, subrayando lo que se vive día a día en este país e impulsándonos a hacer ruido. Y si se preguntan si hubo ruido, sí, esta noche La Trastienda vibró como nunca.

‘Chinatown battle’ corona el momento más frenético de la noche. El público rompe en cantitos y saltos llegando a lo más alto de este Clímax catártico. Hay que reconocer que el dominio que tienen sobre sus seguidores es único, ya que luego de tanta excitación, consiguen, aún sin pedirlo, que el público se siente en el piso para presenciar atentos el último acto de las dramatizaciones.

Fue una noche de repertorio histórico, con un show completísimo que nos lleva a una conclusión y es que los Militantes del Clímax son uno de los mejores anfitriones de fiestas de estos últimos tiempos. Lástima que La Trastienda no siguiera funcionando hasta las 6 de la mañana, porque definitivamente esta noche merece seguir la gira.

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