Buena Vibra | Parte II

Festival Buena Vibra | Estadio Malvinas Argentinas | Bandalos Chinos, Marilina Bertoldi, Louta, El Kuelgue, Usted Señalemelo, Los Espíritus y Sara Hebe.

Con el transcurso del día la cantidad de gente aumentó radicalmente y se volvió cada vez mas difícil encontrar huecos de quietud para disfrutar en calma. Como buen festival hospedaba a quienes elegían disfrutar de los vivos en el pasto, recostadxs, escuchando sólo con oídos mientras que adentro, en el lado oscuro, otrxs disfrutaban de juegos, stands, el patio cervecero y los foodtrucks.

Bandalos Chinos se materializó en el escenario FUTUROCK. Inmaculados, con su energía única y oriental, nos recibieron con uno de sus primeros, “Isla”, empujándonos al vaivén de caderas, ese paso en el que el cuerpo se desplaza de un extremo a otro suavemente serpenteando. Pablo Vidal, saxofonista de El Kuelgue, fue el invitado de lujo que desarmó su instrumento para el cierre de “Súper V”. Acompañado por la fuerza de los vientos del otro saxofonista a cargo Baltazar Clusellas, quien no tardó en destacarse. Goyo, el lider del grupo, y sus bailes fueron los protagonistas de la tarde. Como en un espejo, su técnica histriónica se reflejó en lxs espectadorxs que bailamos de la misma manera, al son de “Demasiado” y sus timbales. Por último, el cierre de Bach quedo a cargo de cada instrumento de la banda, donde se lució uno más que otro, demostrando una vez más que son un grupo destacable y riquísimo.

Dejando de lado estos sorbos setentosos, nos enfrentábamos a la inmensa Marilina Bertoldi. Una música del carajo, gran cantante y compositora que pisa fuerte, firme y duro. Con un arranque imponente, responsabilidad de “O No?”, primera canción de su último disco “Prender Un Fuego”. La santafecina es un trago amargo que se saborea lento. Apoyándose en cada pulso, en cada acorde y en su voz que es condimento espeso e intenso que se aprende a disfrutar. “Tito Volvé” cargó con un ‘palazzo’ bien directo contra quién no confía en el talento femenino del país, que abunda y bien enfrente de nuestros ojos estuvo durante todo el día. Sus coristas marcaron las palmas de “Sexo Con Modelos”, que nos avivó como nunca y nos despidió entre las luces que apuntaban a nuestros ojos, iluminando una noche ya adentrada en La Paternal.

Una batería nos sorprendió sonando con furia, y una guitarra distorsionada antecedió al mítico Louta. Un signo de pregunta para muchxs de lxs presentes, que comenzó por plantarse en el centro del escenario, impenetrable y serio, hasta romper la expectativa con “Todos Con El Celu”

Tal vez de las mejores performances de la jornada, lleno de fuerza brutal, con su escenografía excéntrica y sus bailarines desquiciados. Pasó de la locura, a la delicadeza con Zoe Gotusso, de Salvapantallas, quien se sumó para interpretar “Ayer te vi”, donde reemplazaron los silbidos iniciales por un cuarteto de vientos. La agitó fuerte con “Pump Up The Jam”, “El Meneaito” y “Gasolina”, sumando “Uacho”, a la que también se adhirió Marilina, llevándonos completamente a otra galaxia. Mientras terminaban de caernos los últimos papelitos sobre la cabeza, nos dejo en un suspiro con “Palmeras”.

Entramos en la recta final de la mano de El Kuelgue. Banda que ya habla por sí sola, imposible de encasillar en un sólo género. “Circunvalación” y “Ayer Real” son de las primeras que nos obligan a cantar casi sin pensar, pero también llegó “Parque Acuático”, de sus últimas creaciones, que se materializó como si estuviera entre nosotrxs hace ya mucho tiempo. Por supuesto, no faltó “Bossa&People”, que a esta altura es un amigo que volvió de afuera y se lo recibe con extrema felicidad y entusiasmo. Julian Kartun y su carisma hicieron lo suyo también, jugando con el auto-tune y haciendo chistes irónicos sobre las minorías. Ácidamente descostillante y simpático arremetió contra la Iglesia y la urgencia de su separación del Estado. Y entre risas nos permitió recibir a Usted Señalemelo de la mano de enfrente.

La pantalla reprodujo un manifiesto, recitado en portugués, que nos invitaba a luchar por nuestros derechos, por el arte y que resaltaba la necesidad de resistencia y movimiento. Místicos e incendiados se materializaron con “Aguetas” para atravesarnos de energía, impulsados por la voz de Juan Saieg, que vaya una a saber por qué tiene sabor a prohibido, dulzón e infernal.

“Pana” supo envolverse entre su mística estrafalaria, y “Agua Marfil” salió como un susurro masivo y seductor. Por momentos se hundían en largos trances electrónicos, salían a tomar bocanadas de aire, y volvían a sumergirse en sus sintetizadores.

Dichosos los ojos que los ven, Los Espíritus bajaron a la tierra en el escenario de la derecha, con una especie de base elíptica y nos iniciaron con el tema “Mares”. Seguramente fueron los responsables de que el 50% de lxs presentes portaran camisas extravagantes y psicodélicas, que se movieron arrugadas durante todo sus sonar. “Mapa vacío”, cómo llegado del medio oeste, nos hizo dibujar con nuestro cuerpo un símbolo de infinito en el piso. Volando al más allá con sus eternos loops sonoros, se dieron el lujo de presentar un nuevo tema de su próximo disco, el número cuatro en su haber, y también se pasearon por su repertorio de siempre, con canciones como “Jugo” y “Huracanes».

Por último, Sara Hebe, nos hizo bailar con un espectáculo lleno de crítica, de energía revolucionaria y libre. Con un grupo de bailarinxs muy heterogéneo sobre el escenario que le sacaron lustre a la tablas, perreando y twerkeando a la luz de la luna. Un show con conciencia, con pensamiento y sentimiento, y a la vez con una fuerza necesaria para volver a recordarles a quienes tenían dudas que acá hay material femenino para rato, del fuerte, del bueno y del polémico. Su pelo largo se agitó con furia al ritmo de “Asado de Fa”, “Tuve Que Quemar”, “Historika”, y la que todos esperábamos, “El Marginal”, y a pesar del cansancio, todxs nosotrxs nos agitamos con ella y su cabellera. Poesía, contenido político, pogos y visuales imponentes fueron protagonistas de este cierre.

Aproximadamente unas 12.000 personas pudieron vibrar con esta experiencia memorable que nos dejaron estas 12 bandas, llenando el día y la noche de rock, funk, punk, hip hop, folk y pop. Realmente una grilla completísima que nos dejó de pipones y con una sonrisa inmensa en la cara.

¡Que viva el talento nacional y femenino!

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