Ariel Stavitzky: «Siempre voy en búsqueda de profesionalizar todos los caminos»

El 2018 fue un año importante y particular para Ariel Stavizky, ya que el mismo se tradujo en el primer viaje a Europa como músico y el armado de un nuevo disco, con algunos singles ya dando vueltas. A esto, se suma la fecha del 31 de octubre dentro del Ciclo Radar, en la cual también participará Florencia Ruiz. Las canciones de esa noche serán grabadas y trabajadas para un material audiovisual futuro. 

Del presente, del pasado y del futuro charlamos con Ariel durante un rato largo, y este fue el resultado.

¿Cómo fueron tus comienzos con el arte y en especial con lo que es la música?

Desde muy chico estuve rodeado de música. En casa tuve siempre al alcance los cassettes de mi papá, con los que descubrí el rock nacional e internacional de los 80’s. Más crecía y más compartía ese interés por la melomanía. A los 7, para un cumpleaños, me llega a las manos mi primera guitarra criolla y comienzo a estudiar clásico con un profesor particular en el barrio de Mataderos. Mi abuelo, entrerriano, pintor, carpintero y guitarrista, hurgaba en su memoria y tocaba «Merceditas». Sin saberlo, me abría ese universo del folclore argentino que me cautivaba con las historias de las canciones. A su vez, mi tío Alejandro, un aficionado guitarrista de jazz y nieto del célebre compositor de tango Agustín Bardi, me acercó todo ese bagaje musical que tiene por su historia y de esa manera aprendí a apreciar el tango por su cercanía. Promediando la escuela primaria ya tocaba algunos acordes con los que empezaba a esbozar mis propias canciones. 

Te manejas de manera independiente en muchos aspectos de tu carrera. ¿Cuál es el que más te divierte y el que se te hace más cuesta arriba?

Creo que todos los aspectos me divierten porque me proponen un crecimiento constante. Siempre voy en búsqueda de profesionalizar todos los caminos. La autogestión no es para todos los proyectos igual, y eso es lo que tiene de fascinante, el poder ir descubriendo todos los días que ideas se adecuan mejor a mi recorrido.

Para eso me preparo, me gusta escuchar a la gente que entiende de lo orgánico del proceso artístico. Estoy aprendiendo a desmenuzar cuestiones como la producción y la comunicación con un grupo de trabajo, poder contar con personas comprometidas es muy valioso.

Este año tuviste la oportunidad de tocar en Europa. ¿Cómo se fue gestando la gira y que conclusiones te trajiste de la misma?

De Argentina me fui con dos fechas programadas en Barcelona, allí me compré una guitarra de viaje y continué tocando en ciudades como Madrid, Berlín y Praga.  En ese periplo, mi novia se convirtió en manager y anticipándose a cada ciudad se comunicaba con ciclos y micrófonos abiertos donde poder llevar mis canciones. Fue una experiencia hermosa.

La recepción del público me impactó, y subrayo esto como una de las conclusiones con las que me quedé. La importancia del que escucha y recibe tu mensaje. Descubrí y vivencié que el idioma no es impedimento para trasmitir sensaciones.

Se viene un nuevo disco en tu carrera. ¿Sobre cuales conceptos venís trabajando y como generaste la composición y producción del mismo?

El nuevo EP  está compuesto por dos canciones que pertenecen a dos etapas compositivas distantes en el tiempo. Una de ellas tiene 10 años, y gracias a Cherno, productor y músico del disco, la trajimos a este presente respetándola por completo en cuanto a música y letra. Por otro lado, su compañera, está escrita desde un hoy que mira a su alrededor con cierta perspectiva y nos dimos cuenta que dialogaban perfectamente.

Se titula «Ignifugo»,  me gustaba la idea de traer una palabra de otro campo, encontré en su acepción que había algo de eso que tenían estas canciones. La  atemporalidad entre ellas fue una de las claves para que resistieran al fuego.  La producción y grabación de bajo y guitarras estuvo a cargo de Cherno Rojkin, como en mis otros dos discos anteriores. El estudio fue un momento que disfrutamos entre amigos talentosos que quiero y admiro. Participó Martín Freiberg en batería, vibráfono y percusión. Julian Gancberg en piano y rhodes y  Andrés Ollari en trompeta.

Se viene una fecha importante en CABA (Centro Cultural Recoleta). ¿Qué nos podes adelantar de la misma? 

Estoy muy contento de poder presentarme en el Ciclo Radar en el Centro Cultural Recoleta. El show tendrá dos partes, una intimista donde tocaré a guitarra y voz y luego me acompañarán músicos invitados. Es una fecha especial ya que grabaremos en vivo para producir un nuevo material audiovisual.

Poder compartir la noche con una exponente de la canción como Florencia Ruiz para mi es un regalo divino. Lxs invito a que nos acompañen el miércoles 31 de Octubre en la terraza del Centro Cultural Recoleta.

Siempre pedimos recomendaciones de músicos a los que hay que prestarle atención. ¿Cual nos recomendarías de la actualidad?

Recomiendo proyectos amigos como El Feral, Juan Solo y Los Perros Románticos, Zurdo Castagno y Juan Demarco. Todos tienen una búsqueda distinta y personal.  Me parecen sumamente interesantes «Sobre la naturaleza», el último trabajo de Nina Polverino y  «Rumiante» de Florencia Ruiz. Menciono también a los cordobeses TOCH y  el mexicano El David Aguilar.

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