El concierto de Ciro y los Persas fue disruptivo, mucha gente quedó incómoda cuando vio toda esa cantidad de músicos sobre el escenario. El frontman respetó a rajatabla la gira que viene haciendo en los últimos tiempos con versiones sinfónicas de su etapa solista y de Los Piojos. Son muchísimos años de trayectoria y de grandes composiciones, por eso está más que permitidas estas licencias.
En la segunda mitad, la banda salió a rockear a tope mechando canciones que levantan a cualquiera y, que hicieron del Aeródromo una fiesta. Acostumbrados a dar conciertos de varias horas de duración, Ciro y los Persas nos presentaron una versión acotada de todo lo que pueden brindar en una noche.
El próximo show será en Rosario en el Teatro El Círculo, una posibilidad muy especial de ver muy de cerca a una banda de estadios, que en octubre puso a tope el Estadio de Vélez, en Buenos Aires.
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