Que colocón, que noche inolvidable

Los Pérez García ||Teatro Flores ||30.12.17

Esto ya dejó de ser un secreto, la convocatoria del sábado 30 de diciembre en Flores fue una confirmación de lo que se vivió en Museum a comienzos del año que pasó. Más de 1500 personas, la mayoría arribada en los minutos previos al concierto, vivieron una playlist de más de dos horas que dejó conformes a todos.

Habían sido pocos los conciertos en capital durante 2017, y todos con tickets agotados, por lo tanto éramos varios los que teníamos ganas de conocer las canciones nuevas, revivir los clásicos y desempolvar algunos viejitos, sonó “Un vals después de todo” luego de muchísimo tiempo. Beto y una banda cada vez más sólida se asomaron al grito de “Salud” cerquita de las 22hs y arrancaron con “la última del año”, ese concepto que engloba los shows de finales de diciembre de la banda de Aldo Bonzi.

Es redundante apoyarse en la calidad compositiva de “Los Pérez”, sus estribillos y sus melodías son pegadizas al mango, algunas molestan de tan perfectas que se presentan. “Bienvenida de soltero”, “Halcón peregrino”, entre otros sonaron en una primera parte que tuvo varios de la última placa producida por Emiliano Brancciari.

La camadería siempre está del lado de ellos, por eso no sorprendió las visitas de Edu Schmidt, Pablo Guerra y Facu Soto, de Guasones para entonar “A callejear”, “Ruta” y “Magdalena”, respectivamente. A esa hora, el campo pedía más y más, la lluvia de cerveza y agua viajaba a través de la cabeza de la gente, y todo era alegría.

“Sigue la noche” es número puesto, la gente obliga y se lo merece por el agite que tuvo durante toda la velada. Beto se acerca, no pierde el foco, sigue cantando y todos claman que “va a amanecer y acá dentro sigue la noche”. Mar del Plata y Haedo son las primeras paradas del 2018, pero nos dejan con “Después de hora” como cierre.

Se brinda por lo que pasó, lo que se vive y lo que viene, todo es positivo para Los Pérez García, las canciones siguen llegando a destino, la familia crece y la banda suena mejor. Las tres patas están firmes, la ruta hay que andarla y de esto ellos entienden, y mucho.

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