Vanthra en La Trastienda: El viaje Vanthrico partió desde San Telmo

Vanthra – La Trastienda – 14 FEBRERO 2019

El trío nos invita nuevamente a su viaje en San Telmo, luego de agotar tickets en Lucille (Palermo) y de su reciente actuación cerrando el escenario alternativo en el día 1 del Cosquín Rock.

Frente al gran telón rojo de La Trastienda se va congregando la audiencia, muchos de ellos con el viejo logo de Catupecu en la piel, siguiendo incondicionalmente como una gran familia, el camino que transita Fernando Ruiz Dìaz desde ya hace más de 20 años.

Se abre el telón y el viaje Vanthrico comienza con El Desierto de Dios, con Charlie Noguera disparando secuencias y Pape Fioravanti seteando el pulso desde su batería con bombo legüero y una mezcla de artilugios digitales y analógicos, hasta que se suma finalmente Fernando con su guitarra negra. Le siguen al hilo: Lo que aún quedó pendiente, Voz del mar y Siempre, casi sin mediar palabra con el público.

Tomando al fin un respiro, y con un vaso de vino mendocino, Fernando sonríe al público y comienza a soltar su verborragia característica, hablando del amor, en su día, y con un mensaje emotivo presenta el siguiente tema, En voz de tu nombre, dedicado a su hermano Gabriel Ruiz Diaz.

Continúa La suma de nada y todo, que incluye un guiño a los seguidores de Catupecu, cantando hacia el final unos versos de Opus I, tema que originalmente cantaba Gabriel en Cuadros dentro de Cuadros (2002).

El sonido de la banda parece haber sido calculado milimétricamente, realmente suena de manera muy personal y contundente, la puesta de luces también es excelente, generando una experiencia visual y sonora de primer nivel.

Fernando impone su estilo, con su voz por momentos desgarradora, y su estilo de tocar la guitarra (y el bajo) de manera adrenalínica y poco ortodoxa, lo que hace que en más de una oportunidad haya desatinos, que no terminan de perjudicar la performance de los temas.

Llega el tema más festejado de la noche, con amplia participación del público, A veces vuelvo, seguida de una extensa versión En los sueños, ambas incluidas en El Número Imperfecto (2004), aquel disco que consagró a Catupecu Machu.

El viaje nos lleva nuevamente al álbum de Vanthra con Tu voz, La canción que faltaba, dedicada a su hija Lila, y Lo que antes no era. El siguiente tema es presentado como una de las mejores canciones que escribió, en un momento muy doloroso; se trata de El viaje del miedo, aquel tremendo tema de Laberintos, Aristas y Dialectos (2007), primer álbum de Catupecu luego del accidente de Gabi. En perspectiva, esta canción, parece haber sido un presagio del viaje Vanthrico, ya que su cadencia y su lírica están bastante emparentadas conceptualmente con esta propuesta.

El show va llegando a su fin con el mega hit Magia Veneno, que incluyó en el medio la invitación al escenario a Pablito Cruz, un viejo amigo de Fernando que al parecer es un doble de Bruce Willis (tremendo su parecido con el actor). Suena luego Canción Sola, primer hit de Vanthra y el flamante single Ella Vendrá, original de Don Cornelio y la Zona.

Con su faceta de showman arengador de siempre, incita al público a sumergirse en el último tramo del viaje con Bailan los diablos, un extenso trance musical en el que va surgiendo un medley con canciones como Ritual y Los tres deseos (del álbum debut de Catupecu), Mañana en el Abasto (de Sumo) con la letra actualizada y nuevamente algunos versos de
Canción Sola, entre otros.

La banda se despide con reverencias en medio de un caos sonoro generado por el estallido final de la atmósfera del último acorde. Este trip que nos propone Vanthra, parece encontrar a Fernando en un gran momento
musical, con aires renovados, quizás algo liberado de llevar a cuestas el nombre de una banda con tanto recorrido como es Catupecu Machu, y con una propuesta que, fiel a su estilo, es innovadora y por demás original.

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