Agarrate Catalina Murga en Ciudad Cultural Konex
Como todo Domingo, el aire andaba espeso, mezcla de nostalgia con costumbres. El barrio del Abasto otra vez se llenaba de gente, la cual aún con pronóstico de tormenta, se enfrentó a la pereza que tienen esos últimos días del finde, se calzó una camperita y salió a respirar un poco de aire oriental.
La sala de las columnas del Konex se transformó en un “Tablado Porteño” para dar lugar a una de las murgas uruguayas más resonantes de los últimos tiempos. Agárrate Catalina nos visita una vez más.
La gente está toda agrupada, hace un poco de frío afuera así que mejor charlar adentro, entre el calor de la ansiedad y la espera. Empiezan a escucharse unas palmitas tímidas de candombe, que pronto se contagian, y ahí estamos todos pidiendo que el show empiece.
Serán aproximadamente unas veinte personas en el escenario, pero empiezan a cantar y suenan como si fueran miles. Todas juntas y distintas, son voces que se unen para formar un idioma totalmente único, como es el de la murga uruguaya. En cada una de ellas se escucha un poco de su sangre; suya y nuestra también porque somos como hermanos. Y tal como dice su canción “Montevideo”, que sonará en un ratito, hay tambor africano y milonga.
Yamandú Cardozo es la voz de estos locos. Un poco atorrante y divertido nos recibe como si estuviera en su casa. Nos cuenta de este “formato distinto” en el que va a transcurrir el espectáculo, porque no están con sus llamativos trajes y maquillajes de siempre. Están de jean y remerita de la Catalina, simples, sencillos, parecidos a nosotros, quieren estar más cerca de la gente, como en los ensayos, como en – bien hace en comparar – nuestras peñas.
Y así transcurre la noche. El espectáculo que dan es sorprendente, aún sin sus vestuarios y todo ese folklore que siempre los acompaña, sus expresiones, movimientos y bailes dibujan automáticamente los trajes en la imaginación de todos. Y de repente, los payasos que el viento trajo a nuestra orilla, son gigantes.
Suena “La niebla”, la canta Maxi Porciuncula y es increíble que de esa figura tan sencilla y tímida, salga semejante interpretación. Se llena de lágrimas la sala, pasa que estos “gurises” tienen eso, te suben y te bajan como si fueras una pluma. Logran emocionar, hacen reír y pensar, todo a lo largo de sus interpretaciones. Por su parte, Tabaré Cardozo, cantante, compositor y uno de los fundadores de esta hermosa murga, se pasea por todo el escenario, dirigiendo y bailando, mientras suenan esas canciones que son como hijas suyas. Y se nota que así es, porque las quiere más que todos.
La Catalina prometía al público una velada de lo más emocionante, llena de invitados, “Nuestra fiesta de quince” decía Yamandú cada tanto. Pero el público no sospechaba ni de cerca que se transformaría en una fiesta de sorpresas. Una noche que no tuvo nada que envidiarle a un gran festival, de esos que ostentan bandas de moda y auspiciantes por doquier.
Y a estas caricaturas que nos regalan de la realidad, donde critican de una manera distinta, en forma de canción, se suman artistas como La Colmena, un zarpado ensamble vocal de mujeres, Santi Aysine, de Salta la banca, De la Gran Piñata, Los Tipitos, Sandra Vázquez, y hasta Andrés Giménez, cantante de A.N.I.M.A.L, entre otros. Pero la sorpresa final todavía estaba latiendo en silencio.
Luego de tres horas y media de show, vamos llegando al final. Durante esas tres horas cruzamos el charco y nos sentimos un poco más uruguayos. Y gracias a ese temporal, que casi nos hace quedar en casa, el puerto cierra sus puertas y nos deja a No Te Va Gustar para culminar la noche junto a estos monstruos. “Clara”, que fue el tema elegido, suena como nunca. No se puede pedir más, que comience entonces la nueva semana.