Mucho ha resonado Gorillaz por estos días, luego de su reciente visita a nuestro país, pero tal vez poco se sabe de los orígenes de su imagen y del trabajo de sus portadas. En esta edición de Tu Tapa Me Suena, seguiremos el hilo de los detalles de Demon Days, su segundo álbum de estudio, hasta llegar a una referencia muy famosa que habita en la mente de todos y que tiene que ver con una “bandita” inglesa, que cambió la música del mundo.
Vamos un poco más atrás de Demon Days, y nos situamos en un departamento de Londres en 1997. Dos jóvenes, recientemente separados, conviven sobre la calle Westbourne Grove. Uno de ellos, músico famoso y miembro de la banda Blur; Damon Albarn*. El otro, un historietista también conocido, creador de la tira Tank Girl; Jamie Hewlett.
*Dato de color: Damon acababa de separarse de Justine Frischmann (miembro de Elástica), y había volcado en “13” de Blur, todo su despecho y tristeza. Podés conocer más de esta historia en este link.
Como casi en toda crisis, estas separaciones inspiraron una idea única hasta el momento. Concibieron a Gorillaz, la primera banda virtual. Albarn se encargaría de la música, mientras Hewlett trabajaría en el diseño de los personajes, y el resto es historia.
Luego del éxito del primer álbum, y de lo novedoso de una banda tocando para millones de personas de todo el mundo a través de proyecciones, para el segundo disco ya el grupo era conocido mundialmente y la entidad de las personas detrás de Gorillaz también empezaba a descubrirse. Todo era más complicado, era muy difícil trabajar con ellos y se les había subido un poco la fama a la cabeza.
Entonces el desafío para Hewlett en esta portada, era juntar a estos cuatro personajes que ya no tenían tanto en común y optó por ilustrar sus retratos por separado, como distanciados por el éxito. ¿Una historia conocida, no?.
Los pioneros de la tapa
Unos cuántos años atrás, un grupo inglés de cuatro integrantes tuvo un éxito tal que para su undécimo álbum, les costó básicamente la banda misma. The Beatles en “Let it be”, también se encontraba en un momento crítico de su relación, por lo que John Kosh, diseñador de la portada, tuvo que tomar una decisión similar a la que tomó Hewlett años después.
Originalmente el disco iba a llamarse Get Back, y ya tenían la portada seleccionada. Sin embargo con el cambio de nombre y la tensión en la banda, se consideró que la foto tomada por Angus McBean ya no estaba actualizada. Necesitaban otra imagen, pero a esta altura la banda ya estaba separada y no había forma de hacer una nueva sesión.
Las fotos individuales fueron tomadas por Ethan Russell, durante la producción del documental ‘Let it be’. La banda ya no existía como grupo y ese detalle influyó en la portada. El título del álbum aparece en blanco sobre las imágenes pero, como en Abbey Road y otros LP de los Beatles, la portada no incluye el nombre de la banda. Un recurso muy visto en la historia del arte, que indica que, cuando algo es TAN grande con los Beatles, no necesita ser nombrado.
En la contraportada había cuatro imágenes más en blanco y negro, el texto de arriba, más un logo rojo de Apple, marcando el final de los Beatles. John Kosh, es un director de arte, artista gráfico y productor audiovisual británico que aún ejerce y es conocido también por trabajar en las icónicas portadas de Abbey Road o Who’s Next de The Who, entre otras.
Hasta acá, podríamos hablar tranquilamente de un homenaje obvio de Gorillaz a The Beatles. Pero para su quinto álbum, Humanz, Hewlett volvió a recurrir a esta referencia, y a mi parecer ya estaría siendo suficiente. John y D-2, Paul y Noodle, Ringo y Russel y George y Murdoc. ¿Estamos, acaso, ante los Beatles del metaverso? Les leo.