Sábado, trasnoche, temperatura veraniega. Subís al bondi rumbo a Palermo, y la edad promedio poblacional de los usuarios te hace sentir que restaste un par de años. Con la autoestima rejuvenecida, llegas a la Fiesta Clandestina que te recibe con los pibes de Huevo en escenario que dan inicio al evento.
Acordes de rock con movimientos corporales de hip hop nos van introduciendo en la temática de la noche. El público los acompaña en sus letras, y cuando se visualizaba el final de su recital, invitan a Tery (Carajo) para hacer el tema “Pasan” de su disco “Saltar y Esquivar”.
En la espera para el plato fuerte de la noche, la Clandestina nos envuelve con música que varía entre heavy metal, grunge, punk, rock, la cual genera, inevitablemente, en todos el movimiento clásico de meneos de cabeza y revoleo de melenas. Ya con el tiempo disipado, llega Carajo a escenario con una energía que hace que pienses que son las 22hs y no las 3.30 am.
Comienzan su show aclimatándonos con “Libres”, pasando por sus clásicos “Joder”, “Chico Granada”, “El Error” entre otras gemas que recrearon junto con otros artistas en su último cd “Hoy como Ayer”. El público carajero profesa sus ganas de “sacarse la mierda” con saltos, empujones y cantos durante todo el recital.
Luego del clásico amague con irse definitivamente le dedican a su gente de Villa Crespo “Smells like teen spirit” de Nirvana, y cierran la noche con un cover de Rage Against The Machine, “Killing In the Name”, con Huevo sumando dos baterías, guitarras y voces.
Sonrisas imborrables delatan el sentimiento de euforia vivido. Simples huellas visibles que demuestran que Carajo nos hizo vivir para festejar.
