Los Tipitos se animaron a este nuevo desafío musical, tratar de transmitir emociones a través de una pantalla en vivo. La apuesta vino por un set list distinto, con climas y recuerdos de todas las etapas de esta banda que ya tiene más de un cuarto de siglo de vida.
Una cuenta regresiva te mantiene expectante mirando a una pantalla como si estuvieras esperando el anuncio más importante de tu vida, se corre el telón virtual y suena «Flasheadito». Un escenario preparado para la ocasión, con luces tenues y algunas plantas que nos hacen sentir como si estuvieran tocando en el living de casa.
Unos días antes, Willy Piancioli adelantó que estaban preparando canciones tranquilas pero que los hits no iban a faltar porque mucha gente de todo el mundo estaba ansiosa por verlos. El mismo Piancioli se puso al frente en voces con «Sábados blancos», acaso una de las más bellas piezas de Tipitos.
Habían roto el hielo de la mejor manera posible, a partir de ahí nos introdujeron en un viaje musical histórico haciendo mucho hincapié en su última propuesta basada en el folclore («De mi flor») con dos composiciones, entre ellas «Mujer, niña y amiga».
En nuestra vida, las canciones están asociadas a momentos o a situaciones transitadas, en esta etapa que estamos viviendo todo se vuelve más nostálgico: «Purgatorio» fue el acompañamiento perfecto mientras tomabas algo en tu casa en pantuflas, como dice Raul entre tema y tema. «Como un dragón» fue otro mimo para la vieja guardia que iba al Marquee los martes a la noche.
Para la parte final, Tipitos se guardó la parte más eléctrica del concierto, en lo que acaso fue lo más similar a un concierto convencional de la banda. «Reirnos del amor», «Silencio» y «Campanas en la noche» sonaron en el último tramo para dejar conformes a aquellos y aquellas que son seguidores de las listas virales de Spotify.
La experiencia fue positiva, una banda que tiene mucho para bucear y para armar muchos conciertos temáticos y versátiles. Para los que nos reencontramos con ellos después de varios años de no ver un vivo, fue una noche de viernes placentera y que nos retrotrajo a las mejores veladas. No hizo falta abrir el libro de quejas, Tipitos cortó la cinta del streaming con holgura.