Richard Coleman y su banda vuelven a presentarse en Palermo, adelantando la lista del show en las redes, pero siempre hay lugar para sorpresas.
Noche extraña y ciclotímica en el otoño porteño. El pintoresco reducto Lucille, en Palermo, se va llenando progresivamente, hasta que pasadas las 21:30 irrumpe la banda, que sin preámbulos, arranca con Turbio Elixir, poderoso tema que surge de la primera placa solista de Richard Coleman, Siberia Country Club (2011).
La banda, bautizada Trans Siberian Express, tiene a bordo a Diego Cariola en batería, Bodie en teclado, guitarra y coros, el notable bajista Dani Castro, Gonzalo Córdoba en guitarra y por supuesto, el motorman Richard, en voz principal y guitarra. Una formación que suena ajustada y precisa, con preponderancia de las guitarras, que por momentos son tres en simultáneo.
El espectáculo se llama «Mirando al mañana» y consiste en un repaso de las cosechas del artista desde los ‘80 a la actualidad; pasando por Fricción, Los Siete Delfines, y su tardía pero segura carrera solista, que ya cuenta con tres álbumes de estudio.
Es como una máquina del tiempo que nos va llevando por lo mejor del repertorio, y al mismo tiempo sirve para mantenerse en acción, mientras se desarrolla el proceso creativo del nuevo material. Es llamativo el peculiar sombrero de Richard, que lleva puesto los lentes de Mirando al mañana, que son una especie de gruesos caleidoscopios, con púas en los costados.
La máquina va y viene, nos lleva a los tiempos de Fricción, banda que en los ‘80 era una especie de alter ego de Soda Stereo, con Richard que ya se destacaba como compositor y frontman, al tiempo que Gustavo Cerati, cuando los compromisos de su banda lo permitían, disfrutaba el rol de guitarrista y productor, sin la presión de ser el foco de atención. De esta banda sonaron temazos como A Veces Llamo, Durante la demolición y Enjaulados.
La noche cuenta con un invitado de lujo, el tordo Pablo Mondello de Massacre, que se suma con su guitarra para una gran interpretación de Héroes, un clásico de David Bowie, el cual Richard volvió propio con su versión en castellano, grabada por primera vez con Fricción en el álbum Para Terminar (1988), pero que acompañó al músico durante todas sus etapas.
Tuyo, es la primera en sonar de Los Siete Delfines, banda de culto de nuestro rock alternativo, surgida en los ‘90. El show tiene su momento de mayor intimidad al quedar sólo Richard con una extraña guitarra acústica, interpretando Perfecto Amor y Cuestión de tiempo.
Ya está amaneciendo dice el frontman, cual Vampiro, como metáfora de que se acerca el final, pero lo mejor queda siempre para esta instancia.
Lo más emotivo es sin dudas el cariñoso homenaje a Gustavo Cerati, con una fiel versión Lago en el cielo. Ambos músicos tenían una gran amistad, y trabajaron juntos en innumerables proyectos desde sus comienzos; entre ellos Richard tuvo una participación fundamental en los álbumes y giras de Gustavo, Ahí Vamos y Fuerza Natural. En esta última etapa también participó el guitarrista Gonzalo Córdoba. El tema suena muy cercano a la versión original, con Richard metiendo arreglos que Gus hacía al tocar el tema en vivo.
Días Futuros, de su último álbum F-Á-C-I-L (2017), y nominada recientemente a los grammy latinos, es la última previa a los bises, que llegan enseguida con Desechos Cósmicos, la vuelta del tordo Mondello para una poderosa versión de Dale Salida, de Los Siete Delfines, y el cierre con Memoria.
Así parte nuevamente el Trans Siberian Express mirando al mañana, en un gran momento para parar la pelota, y ver que nuevos sonidos surgirán en el camino.
Setlist completo: Turbio elixir, El agua no se puede beber, A veces llamo, Hamacándote, Héroes, Incandescente, Corre la voz, Tuyo, Perfecto amor, Cuestión de tiempo, Durante la demolición, Enjaulados, F-Á-C-I-L,Como la música lenta, Lago en el cielo, Días futuros, Desechos cósmicos, Dale salida, Memoria.