Este 2019 es un año muy importante y bisagra para la gente de Rambler, los chicos acaban de editar su primer LP y se están preparando para presentarlo en unos días en el CCI de San Isidro. La propuesta nace en el hard rock y el blues y busca darle aires nuevos al estilo.
«Rambler» llegó al primer disco. ¿Qué fue lo que más disfrutaron de este camino y lo que más padecieron?
Sin dudas, el momento en que entramos a Romaphonic y empezamos a tocar los cuatro juntos, logrando un audio increíble, fue la experiencia más gratificante de este proceso. De todas formas, disfrutamos mucho todas las etapas en general: desde la parte netamente musical, hasta lo que tiene que ver más con el aspecto técnico, inclusive, ya que vas viendo como la canción va tomando forma. Por eso es muy difícil encontrar algo que hayamos «padecido». Quizás nuestra ansiedad en querer que el disco salga en dos días (risas).
Tanto en el EP como en el disco grabaron en jornadas de grabación en vivo. ¿Lo toman como una forma de trabajar o entienden que se dieron por diversas variables de cada uno de los momentos en los que tocó grabar? ¿Qué ventajas tiene este tipo de grabaciones para ustedes?
La decisión de grabar juntos va de la mano con una de las intenciones del disco, la cual es lograr una impronta vintage. Donde la banda suena como un bloque bien unificado y dinámico, transmitiendo la energía de una interpretación en vivo. Esa es la gran ventaja de esta forma de grabar. Lo que no quiere decir que sea mejor que otras. Simplemente es lo que pedían los temas. La otra intención era lograr una audio más moderno, para lo que se incluyeron teclas, sintetizadores y la elección de equipos e instrumentos más específicos.
Al ser un primer disco, ¿cómo manejaron la elección de las canciones y del equipo de laburo que los rodeó en el estudio y en la post?
Las canciones surgieron realmente muy rápido , dado que teníamos muy en claro como queríamos que sonara el disco. No hubo grandes filtros. Lo que se descartó fue más por falta de profundización, debido al tiempo que teníamos. Sin embargo, nos centramos mucho en la estructura de los temas para lograr que estos tengan un desarrollo más rápido, es decir, que sean más cortos y no pierdan dinámica. Todo esto sin dejar de lado la calidad compositiva, algo que en muchos casos se suele descuidar.
En cuanto al equipo de trabajo, ya desde un primer momento empezamos a llevarle las ideas a nuestro productor Mariano Abadal , (con quien también unimos fuerzas para la grabación del EP), y así empezar la etapa de pre producción en su estudio. Con él hay una química de laburo muy buena e interpreta muy bien lo que le planteamos y lo que necesitan los temas. Después contamos con la participación de Marcelo Suraniti como técnico de grabación y para la posterior mezcla del disco. Él ya había tenido varias sesiones en Romaphonic, por lo que ya conocía bien el estudio y facilitó mucho la tarea. También entraron en escena Orestes di Vruno para cumplir el rol de Guitar&Bass Tech y Gastón Otero para la tarea de Drum Dr. De ambos teníamos muy buenas referencias y la verdad es que conectamos muy bien en las sesiones, lo que permitió un clima de trabajo más ameno. Finalmente el disco cayó en manos de Diego Guerrero, quien masterizó los temas en Puro Mastering. Diego tuvo una predisposición bárbara desde el principio y el resultado de su trabajo fue más que satisfactorio.
Las propuestas más taquilleras del momento tienen poco que ver con el rock. ¿Cómo encaran la composición con este panorama tan adverso para el género?
Si bien es algo que sabemos, no nos preocupa mucho. Por el contrario, nos motiva. Hay un público muy grande que escucha rock y que asiste a recitales o va a ver bandas los fines de semana. Con la impronta sonora y las letras presentes en «Reporte del tiempo» apuntamos a captar esa audiencia y mantener viva la llama de la música que nos hizo agarrar un instrumento por primera vez y formar RAMBLER.
Se viene una fecha importante en el CCI este 14 de abril. ¿Se prepara diferente o solo es un peldaño más en este largo camino?
Ambas. Por un lado, se prepara diferente a otros shows debido a que estamos presentando nuestro primer trabajo de larga duración en un escenario de primer nivel como lo es el CCSI. Además el disco posee un concepto bien existencialista y catártico que permite jugar con visuales y ambientes más elaboradas , algo que hasta ahora nunca habíamos hecho.
Por el otro, lo tomamos como el broche de oro de un lindo proceso y, a la vez, como un impulso motivacional para lo que se viene. Hay RAMBLER para rato.