La noche del sábado 12 de abril quedará grabada a fuego en la memoria de los miles de fanáticos que colmaron el Movistar Arena. QLokura, la banda cordobesa que está revolucionando el cuarteto, hizo vibrar el recinto porteño en un show electrizante que demostró por qué son uno de los nombres más resonantes de la escena musical actual.
Desde temprano, la energía se palpaba en los alrededores del estadio. Banderas con el logo de la banda, camisetas con los rostros de sus integrantes y un murmullo constante de anticipación creaban una atmósfera festiva y puramente cuartetera. Familias, grupos de amigos y parejas se congregaban, todos unidos por la pasión por el ritmo contagioso que QLokura ha sabido reinventar.
Llegó la hora en el Movistar Arena
Pasadas las 21:00, las luces se atenuaron y una ovación ensordecedora dio la bienvenida a Nicolás Sattler, Facundo Herrera y compañía. El rugido del público acompañó los primeros acordes de un repertorio que no dio respiro. Clásicos reversionados con la impronta fresca y moderna de QLokura se entrelazaron con sus hits más recientes, generando un torbellino de baile y canto que se extendió por todo el Arena.
La potencia vocal de Sattler, combinada con la destreza instrumental de Herrera y el resto de la banda, fue el motor de una noche inolvidable. Los arreglos innovadores, los cambios de ritmo inesperados y la conexión palpable con el público fueron los ingredientes clave para mantener la euforia en lo más alto.
El show fue un viaje musical que abarcó desde la nostalgia de los grandes temas del cuarteto hasta la frescura de las composiciones propias de QLokura. No faltaron los momentos de pogo desenfrenado, los coros a viva voz y las dedicatorias emocionadas. La banda se mostró agradecida y cercana a su público, interactuando constantemente y transmitiendo una energía contagiosa.
El despliegue escénico también fue un factor importante. Pantallas gigantes proyectaban imágenes de la banda y efectos visuales que realzaban la puesta en escena. La banda se movió con soltura por el escenario, contagiando su entusiasmo a cada rincón del Movistar Arena.
Tras más de dos horas de show ininterrumpido, QLokura se despidió bajo una lluvia de aplausos y gritos de «¡otra, otra!». La sensación generalizada era de haber vivido una noche mágica, donde el cuarteto demostró una vez más su poder de convocatoria y su capacidad de renovarse sin perder su esencia.
El show de QLokura en el Movistar Arena no fue solo un concierto, fue una celebración de la música cordobesa, una demostración del talento de una banda que llegó para quedarse y, sobre todo, una noche de pura alegría y baile que dejó a Buenos Aires con el corazón latiendo al ritmo del tunga tunga. Para la gente que se quedó con ganas, hay revancha el próximo 24 de mayo (agotado) y el 26 de junio (aún quedan tickets), las entradas ya están a la venta en la web de Movistar Arena.
Los que estuvieron allí pueden dar fe: la fiebre de QLokura es imparable, una de esas personas fue Agostina Myronec, quien nos deja estas imágenes.
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