Penélope: «En ningún momento sentimos que la diferencia de estilos fuera un problema»

A miles de kilómetros de distancia de casa, una banda llamada Penélope editó su primer disco grabado de manera casera. «Polvos Mágicos» cuenta una historia, de esas que marcan vidas y permiten pegar un timonazo en el camino que venimos transitando. A lo largo de la charla pudimos hablar con todos los integrantes que nos contaron toda la trastienda de grabación.

«Polvos mágicos» es el disco de la banda, todo armado de manera muy casera. ¿Esto lo planearon así de entrada o el contexto los fue llevando por este camino? 

Magí: No tenemos ninguna label detrás, somos 100% independientes, así que cuando grabamos el álbum lo hicimos lo mejor que pudimos con lo que teníamos, en mi habitación, con una Behringer UMC1820 y un par de altavoces. Además, todos estábamos currando o estudiando en ese momento, Eloi en un laboratorio de investigación de placas solares, Aitana de camarera y yo estudiando business. Lo hicimos para nosotros mismos, más que para otros y le pusimos total dedicación y atención al detalle. Fue algo que surgió de forma muy natural desde el momento en que nos conocimos y rápidamente se convirtió en un proyecto muy especial.

¿Cuáles son los artistas que inspiraron la obra? ¿En el momento de grabar estaban escuchando discos que los influenciaron? 

Eloi: Hay muchas influencias que provienen de estilos aparentemente muy diferentes juntándose en este álbum. Se podría decir que los tres tenemos distintos backgrounds musicales, por ejemplo Magí le da mucha importancia a la producción por eso el álbum está empapado de sonidos y efectos como los que habría en un álbum de Kanye West o de Frank Ocean. Aitana es una gran vocalista con alma de poeta y esa sensibilidad también se hace notar en las letras y en las notas que escoge para narrarlas, sin tapujos como lo haría Björk. Yo por mi parte siempre pienso en la melodía primero, un aspecto un tanto menos visible en música urbana pero muy presente en composiciones de guitarra clásica como las de Agustín Barrios. Nosotros escuchamos siempre música, en el trabajo, en casa, en cuarentena y efectivamente en el momento de grabar el álbum. Y en cierta manera toda la música te influencia, pero para que puedas asimilar y componer algo sin que sea una simple copia de lo que has oído se debe dejar pasar algo de tiempo y hacer lo que te sale de dentro. 

Hay una diversidad de estilos bastante grande a lo largo de las 9 canciones. ¿Eso los complicó en algún momento o sienten que es parte de una evolución que se fue dando? 

Eloi: Las canciones son como una planta, la semilla puede ser una melodía, unos acordes o una base, luego crece y va explorando sonoridades y formas, por lo general el tema pide lo que necesita y tu trabajo es dárselo. En ningún momento sentimos que la diferencia de estilos fuera un problema, sucedió de manera natural todos creemos que nuestra obligación como músicos es explorar nuevos estilos y mezclarlos para crear algo nuevo.

El disco tiene una historia por detrás. ¿De qué trata la misma? ¿Contarla significa una sanación o también cerrar una etapa? 

Aitana: El disco relata una historia de amor, desde el principio cuando se conocen, hasta que la relación se rompe por culpa de la drogas y la mala vida. Lo más curioso es que cuando los conocí ellos ya tenían el álbum empezado y la idea de que tuviera esta temática. Yo había tenido esa misma experiencia recientemente y estaba haciendo temas que hablaban de eso. Cada canción representa una fase de la relación, por ejemplo “Adán y Eva” sería el punto más álgido, ese momento de felicidad cuando empiezas con alguien y estás en una nube. En “Libertad Condicional”, las cosas empiezan a torcerse y en ese punto las melodías cambian, el álbum da un giro que representa el giro que da la relación. 

Diría que es ambas cosas. Para mi hacer canciones es una sanación. Es una terapia, hacer una canción sobre algo “malo” que me ha pasado es una forma de desahogarme y a la vez de sacar algo positivo de eso. En cuanto a lo segundo, lo que para mí representó cerrar una etapa fué conocerlos a ellos y empezar este álbum. Salía recientemente de una mala etapa de mi vida y ese fué un momento crucial, conocerlos y empezar a hacer temas juntos fué como un rayo de luz después de la tormenta, “un antes y un después”.

La cuarentena paró todo a nivel mundial y seguro les pegó en algunos planes. ¿Cómo piensa retomar la actividad Penélope? 

Magí: Sí, nosotros íbamos a sacar el álbum la primera semana que empezó la cuarentena, teníamos varios conciertos de presentación programados y alguna idea para promoverlo pero tuvimos que cancelarlo todo. Por suerte supimos adaptarnos rápidamente y grabamos el video de “Todo el Día en la Cueva” justo el primer día de la cuarentena en España, y bueno, también participamos en el Cuarentena Fest que nos dió mucha visibilidad.

La vuelta van a  ser conciertos en verano, un par de videos muy guapos, queremos hacer un video tocando en directo con toda la banda, y también sacaremos algún single nuevo o quizá un EP que tenemos entre manos… Ya veremos, tenemos mucho material y a veces es difícil decidir qué hacer primero.

Estamos a 12 mil kilómetros de distancia pero tenemos una historia de relaciones musicales muy importante. ¿Cuáles son sus preferidos/as de nuestras tierras? 

Aitana: Me encanta la escena Argentina, es muy rica y diversa sobretodo en el marco de lo alternativo, y con alternativo me refiero a todo lo que no entra en la categoría de lo comercial. Los que más he escuchado son Los Piojos, Divididos, Intoxicados, Viejas locas y El Otro Yo

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