Hay noches donde la oferta de recitales es demasiado grande para las horas que tenemos, y aunque quisiéramos multiplicarnos y llenarnos de música cual adicto con presupuesto lamentablemente tenemos que decidir que escucharemos, el pasado viernes fue una de esas noches.
Todo estaba planeado, teníamos invitación para ver a una conocida banda stoner (de la que les hablaré luego) en el barrio de Almagro, sin embargo nos enteramos de que unos amigos mendocinos estarían el finde de visita, hablo de Pasado Verde; banda revelación del movimiento indie rock que aterrizaban en la ciudad para una doble fecha, jueves en Makena y viernes a la 1:00 am le abrirían a Morbo y Mambo en Niceto Club, sincronizamos relojes y a las 12:30 hs caminamos por la esquina de Niceto Vega y Fitz Roy, el plan: escuchar un par de temas y salir volando al próximo recital.
Niceto Club casi lleno, la dupla que harían los Pasado con Morbo es lógica, fiesta de viernes por la noche con lo mejor de la escena, los mendocinos suben a escena vestidos con camisas estampadas tropicales, el verano llego temprano en una noche donde el frío se aferra en las paredes de la ciudad, Pasado Verde llegó a calentar a Buenos Aires.
Arrancan con “Flora” de “Fuego y Flora (2016)” y un público tímido voltea las cabezas a las luces violetas que caen sobre el quinteto, la armonía de las voces juega con el ritmo contagioso del pequeño Leo Lemoli en la batería, cada vez que escuchamos a Pasado vemos la evolución de la banda, cada vez más madura, cada vez más natural.
Siguen con “La Costumbre” y “Vamos bien”, la gente se anima cada vez más y se ve algunos fanáticos acompañando en las letras, es necesario mencionar a la calidad de las guitarras de Fabricio y Joaquín, son amalgama perfecta y el backbone de la banda, otorgan un sonido único y fácil de escuchar.
Vemos la hora y no queremos irnos, decidimos jugárnosla y escuchar más, suena el éxito “Para Vos” y “Lo difícil es olvidar”, no nos cabe duda de que esta banda será de las más grandes del país en un par de años, los pies que se mueven en todo Niceto Club lo saben, “Mil forma de volver atrás, ganar mas tiempo y un disfraz. Mil forma de volver atrás. Para crecer hay que olvidar” cierra un Exequiel de ojos cerrados y me hace pensar: la música es un reflejo de lo que somos y Pasado Verde lo cumple a la perfección, no es una banda que pretende ser algo más ni algo menos, son humildes y talentosos, su crecimiento no lo para nadie.
Se nos hizo tarde mientras tocan “Monstruo”, nos alejamos con ganas de quedarnos, luego nos enteraríamos que estrenaron un tema nuevo (prometo averiguar más al respecto en los próximos días), para cerrar esta reseña incompleta me pregunto: ¿es Pasado Verde una de las bandas del futuro..?