Pampa Yakuza en La Trastienda: Madura el Knock-Out

Después de un día de tormentas y humedad, la noche del sábado nos encuentra dispuestos a presenciar una pelea más que prometedora. No, no fuimos a cubrir una noche de boxeo, sino a Pampa vs Yakuza, la propuesta que la banda nos hizo desde las redes sociales, enfrentando en diferentes rounds a pares de temas para que la gente misma arme la lista con sus canciones favoritas.

La velada en La Trastienda nos recibe a las 20 hs con la banda Sin Escape, que nos ofrece un set concreto y potente, golpes duros y precisos para un show de un poco menos de una hora, pero que sirvió de antesala perfecta. Los movimientos se sentían detrás de las cortinas, y sin pasarse de la hora anunciada, a las 21 salta al ring de San Telmo Pampa Yakuza, precedidos porThe Final Countdown a modo de introducción pugilística. Como era de esperarse, salen con todo al ataque, sin escatimar, con la fuerza arrolladora de “Desde el umbral”, “A otra cosa”, “Dejarse llevar” y “Hagamos uno”.

El público, entre ellos varios niños que corren de un lado al otro por el frente del escenario, festeja cada golpe bailando, cantando y saltando. La energía contagia y va ganándole la batalla al frío de a poco. “Va a ser una noche larga, así que hoy voy a hablar poco”, presagia Hernán Saravia, dándonos la bienvenida entre tema y tema. Ya habrá momento en el show para el descanso y la cerveza, pero ahora la pelea es golpe a golpe, sin respiro, sin una campanada que lleve a Pampa a recobrar fuerzas para seguir.  

Saravia cantaba, Yaku Quiroga arengaba a la gente saltando de un lado al otro del escenario y Luciano Katz terminaba rematando con solos de guitarras contundentes, pero esto es solo la parte frontal de una banda que lleva años de camino y experiencia. Acompañándolos, quizás sin tanta presencia en el frente (es difícil competir con la energía que desprenden ambos cantantes) Ricardo Jahni en bajo y Ariel Vitale en batería,  junto a los impecables e infaltables vientos, dan forma a una base sólida en la que se sostiene Pampa Yakuza.

“Puede ser que sea un invierno largo” gritaba la gente con sus brazos en alto y perdía la voz denunciando “maldita policía tirando a matar. Maldita la justicia que oculta verdad”, porque la actualidad nunca se separa del rock nuestro de cada día. Varias veces en esta primera mitad de la pelea amago desde el rincón ocupado por Katz una guitarra acústica que se hacía esperar. Pero el momento llegó, con la entrañable “Tres minitas”, seguida de “Quisiera decir”, “Diluvio” y “Serena”. “A la raíz”, ya con charango en mano, nos deja por varios días escuchando ese estribillo en nuestras cabezas, y «Cuidando el empate» es un potente gancho que nos obliga a todos a cantar tapando la propia banda. 

Nos vamos acercando a los últimos rounds de la noche y la banda los enfrenta otra vez, a pura fuerza y potencia con “Juntos” y “Carnaval para tu desconsuelo”, para llegar a lo que todos vinimos a buscar: un seguro knock out, en el que nadie terminó besando la lona y todos salimos alzando el cinturón del campeón.

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