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«No hay nada que admire más que la maduración, la síntesis, el aplomo y la sabiduría que traen los años»

Entrevista a Mica Farías Gómez

Luego del éxito que tuvo durante los meses de agosto y septiembre, «El viaje del iutito» vuelve a «El camarín de las Musas» todos los martes del mes de noviembre. Este relato musical consta con la producción genral de Manu Uriona, quién se suma al talento de Mica y Santadiabla, para presentar un espectáculo ambicioso que muestra algo distinto de nuestra música.

 ¿Como nace este proyecto «El viaje del Iutito»? ¿Cuál es el eje conceptual que lo atraviesa?

Nace luego de varios viajes y experiencias en el exterior del país durante más de dos años trabajando junto a la compañía de teatro estadounidense Double Edge Theatre. En esas experiencias, donde me toco colaborar artísticamente,  pude terminar de darle forma a algunas ideas, que me daban vuelta hace tiempo. Ha sido un inmenso aprendizaje y replanteo de formas. Este espectáculo es un enlace entre varias historias, la personal y la colectiva. La música argentina y su cruce con otras músicas y culturas. Lo de antes y lo contemporáneo. El relato que subyace en esto. La danza y el movimiento como un lenguaje también necesario, surgiendo, volviendo a instalarse en escena. La concepción de un entramado musical en escenas. Una puesta, un contenido sensible en un proceso inacabado que va tomando forma y sentido en el hacer y en el exponerse.

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El eje conceptual tiene que ver con las escenas musicales, es un planteo donde emergen distintos momentos que son narrados por la música, donde en cada uno hay una historia detrás. Una historia que intenta mostrar imágenes, músicas y sensaciones de »pedazos» de un imaginario bastante personal. Donde confluyen mi historia atravesada por la música junto con las historias, improntas y aportes fundamentales que cada uno de los que integran el espectáculo brindan.

¿Es un espectáculo que debe presentarse de manera íntimo o tienen ganas de llevarlo a escenarios más grandes?

Lo estamos presentando de forma más íntima ahora, porque me gustó plantearlo así, y funciona muy bien. De hecho, el concepto también tiene que ver con que es un símil ensayo abierto (no está totalmente pulido y terminado), el ciclo nos da la posibilidad de ir modificando sobre la marcha.

Pero la idea ahora es llevarlo a espacios más grandes, donde también, desde lo técnico podamos aportar y enriquecer el espectáculo. El espacio, las luces, las visuales. Para muchas cosas que tenemos ganas de hacer es necesario un espacio más grande. Pero lo íntimo es siempre hermoso, mucho más crudo y a uno lo pone a prueba. Ambas instancias tienen su costado positivo.

¿Se te hace complejo ir cambiando el chip constantemente ante tanto proyecto en paralelo que te ocupa a lo largo de todo el año?

No, al contrario, me gusta ese ritmo y siento que una cosa enriquece a la otra.

Sos referente de la música latinoamericana. ¿Lo sentís así? ¿Cómo se ve nuestra música en países que no son de habla hispana?

No creo ser un referente, esa es una palabra ENORME y creo que referente es la gente que ya tiene no solo una larguísima trayectoria, sino quienes a través del tiempo y los años crean, generan y enriquecen el lenguaje musical. Siento que si algún día soy un referente, no lo voy a decir yo, y si eso sucediera, de seguro sería con el paso de unos largos años. NO hay nada que admire más que la maduración, la síntesis, el aplomo y la sabiduría que traen los años.

Nuestra música es muy rica y en países que no son de habla hispana hay una gran apertura hacia nuestra música. Hoy en día hay muchas personas de la comunidad latina viviendo afuera, así que eso ha hecho que las distancias se acorten. Sin embargo mucha gente sigue sorprendiéndose con nuestra música y les gusta mucho esta propuesta.

¿Por qué nos debemos acercar en noviembre a vivir «El viaje del Iutito» al «Camarín de las musas»?

Porque van pasar una velada íntima y viajar por distintos universos sonoros donde seguro, en muchos se van a identificar, por la letra, la música, por algún recuerdo de una canción antigua que escuchaban en su casa; para presenciar la impronta de cada talentosísimo músico; para pasar un momento grato y llevarse sensaciones y, porque no, reflexiones.

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