La expectativa era enorme y se sentía en el aire del Aeródromo de Santa María de Punilla. Nicki Nicole, una de las voces más fuertes de la nueva generación, se presentaba en uno de los escenarios principales del Cosquín Rock 2025. La zona era un mosaico vibrante de públicos: jóvenes que crecieron con su música y adultos curiosos, abiertos a las nuevas formas de la canción, se mezclaban en una postal que resume el espíritu ecléctico del festival.
Pasado el show de Ca7riel y Paco, Nicki subió al escenario envuelta en una ovación. Durante más de una hora, desplegó una lista de 19 canciones que recorrieron todas las etapas de su carrera. Hubo espacio para sus clásicos, para sus últimos éxitos, y también para la sorpresa: una sentida versión de «Seminare» de Serú Girán, homenaje a la historia grande de la música nacional, en un lugar que respira tradición como el Cosquín Rock.
Temas como «Colocao» y «Wapo traketero», que la catapultaron al reconocimiento, sonaron con una fuerza renovada, en una fusión natural con sus más recientes colaboraciones. Uno de los momentos más comentados fue la interpretación de «Mamichula» —tema que originalmente grabó junto a Trueno— en un formato inesperado: Lula Bertoldi, de Eruca Sativa, se sumó para darle un giro rockero y visceral, en un cruce generacional que el público celebró con euforia.
Nicki Nicole no solo confirmó por qué es una de las artistas más influyentes de su generación, sino que además dejó en claro que su música dialoga —y se reinventa— en el escenario donde conviven todas las tradiciones.
Leandro Olivo estuvo allí y dejo estas imágenes de un concierto que marcará muchísimo la carrera de la rosarina.
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