Sus acciones dejan una huella, hacen rever estructuras y generan cada vez más fans de todas las edades y géneros. Con ustedes, Naomi Osaka.
Lo establecido a veces necesita ser revisado, evaluado y modificado porque los tiempos cambian junto con las mentalidades. Esto resume un poco todo lo que plantea Naomi Osaka, cada vez que abre su boca. La japonesa con raíces haitianas tomó la decisión de no asistir a las conferencias de prensa en el Abierto de París, más conocido como Roland Garros.
Este tipo de acciones son penadas por la WTA, Osaka recibió la multa, la pagó (pidiendo que se utilices para fines sociales) y luego, previo al partido de segunda ronda, decidió retirarse del torneo para no entorpecer el normal desarrollo del mismo. Esta postura tiene un trasfondo y una lucha que llevan adelante muchísimos referentes del deporte a nivel mundial. La piedra basal de todo esto es la Salud Mental, un tema invisibilizado durante décadas en la alta competencia.
Para resumir lo que sufre la actual número 2 del mundo, podemos remontarnos a aquella polémica conferencia en Wimbledon. En ese momento perdió en primera ronda, y asistió a un interrogatorio que se suspendió a partir de de la incomodidad que expresó la tenista ante el tenor de las preguntas.
Este hecho sumado a la decisión tomada en Francia, nuevamente hace sucumbir al mundo de los medios. El status quo de las conferencias de prensa parece estar en desuso y necesita ser reformado. Acaso, el ejemplo de lo que hace Ibai con varias estrellas del deporte mundial pueda ser una opción. Los deportistas no quieren estar más a merced de un montón de personas que lo único que hacen es hurgar una herida, y lastimar psiquicamente a quien acaba de perder tan solo un partido de tenis.
Al centrarnos en la marca Naomi Osaka, hay muchos más paradigmas que están siendo desafiados y van en camino a ser derribados. En 2020, la criada en Estados Unidos facturó más de 50 millones de dólares, los cuales en su mayoría provienen de royalties o de endorsement. Osaka pone su imagen en marcas con compromiso social y en las cuales la Generación Z vuelca su interés, entre otras encontramos a: Sony PlayStation y Airbnb. Además asumió asociaciones de capital con marcas de rendimiento y compañías como BodyArmor, SportWater e Hyperice, y participó en colaboraciones de moda con Comme des Garçons y Adeam.
Su pata social
Si vamos al ámbito social, Naomi Osaka también está comprometida allí: desde los barbijos en el Us Open con los nombres de las víctimas policiales, hasta estar siempre atenta a remarcar sus raíces haitianas, las que vienen desde su lado paterno. Otro punto que la acerca a nuevas generaciones y modifica las estructuras de un deporte, que pocas veces estuvo cercano a este tipo de debates.
Para la tenista, el deporte es una competencia que debe transmitir un mensaje y estar cerca del público y de lo que ocurre socialmente. Sus acciones están generando debates, y logrando que se revean cosas tales como la relación de la prensa y el protagonista. El apoyo de Nike a su retiro de Roland Garros también es algo a tener en cuenta, las marcas acompañan los tópicos que propone. El camino de Osaka es el que las nuevas generaciones van a elegir a la hora del consumo de los deportes.
A modo de cierre de este artículo, el cual intenta reflexionar sobre el poder bien utilizado de una atleta de élite, podemos compartir el texto que escribió Naomi en la revista Esquire luego del asesinato de George Floyd en Minneapolis, hecho que generó movilizaciones a las cuales ella asistió con su novio.