Nahuel Briones en Xirgú Untref: Un abrazo masivo sacudió el Xirgú

Este viernes por la noche, Nahuel Briones presentó su show “El abrazo masivo” en el histórico teatro Margarita Xirgú, dando como resultado una experiencia electrizante.

Luego de varios días de tormenta, el viernes abrió su cielo para prestarse a salir y recorrer la noche porteña. En el barrio de San Telmo, la cita la abrió Nahuel Briones y su banda, quienes despidieron un ciclo en Capital Federal, dando el último recital del año.

En las estrechas calles del barrio, ya se encontraba un público enérgico a la espera del show, para luego ser recibidos en el hall del teatro con un vaso de vino de cortesía. El ambiente ya amenizaba a la apertura de una presentación que atravesó múltiples climas a lo largo de la noche.

A medida que la gente comenzaba entrar a la bella sala del teatro, los ánimos empezaron a impacientarse para dar apertura al espectáculo. De esta forma,  Nahuel hace su aparición caminando por el proscenio del escenario, aún a telón cerrado, con su guitarra acústica y presencia escénica notable, que va captando la atención y el silencio de la audiencia.

Al abrirse el telón con el tema Bases y condiciones hace presencia una banda impecable, junto con una puesta escénica muy cuidada, dando un aspecto un tanto de ciencia ficción, mezclando sillones, alfombras y lámparas tenues, con rocas, y lentejuelas, además de un uso de las luces excelente que fue creando atmósferas de carácter muy teatral durante todo el show.

Nahuel cuenta ya con álbumes que valen la pena ser escuchados, tanto por su calidad musical, como así también, por el contenido temático que aborda.  A destacar están discos como Guerrera/Soldado (2017) y Nene Minado (2018), que van generando una hermosa mezcla entre distintos estados de ánimo, algo así como una alegre melancolía que bordea el matiz de sus canciones. Varias de las mismas se prestan para el baile y el despliegue como “Garantizame” o “Sailor Moon”, así como pasajes con tintes más oscuros y electrónicos con temas como “Cualquier lugar del mundo”  o “Satélite” al igual que el “Abrazo eléctrico”.

Durante dos horas el Xirgu se mostró con un clima muy alegre, un público muy devoto y sobre todo mucho amor desplegado por el espacio. Las ganas de saltar y bailar no faltaban al sonar temas arrasantes como «Guerrera», al igual que la emoción que generan baladas sensibles como “Futurito” o “Soldado”.

Por otro lado, es para destacar el despliegue del equipo que lo acompaña y que le suma vigor a la presentación con la calidad de sus músicos, ellos son: en baterías Pablo Manuel González, en bajo y teclados Javier Mareco, acompañando en la guitarra está Sato Valiente y en voces, guitarra, piano, y percusiones, la deslumbrante Mariana Michi.

El recital también contó con súbitas intervenciones, como lo fue la aparición de Rocío Katz y Rocío Iturralde, integrantes de Miau Trío, así como también un hermoso intercambio entre el escenario y el palco alto para dar introducción a Ivo Colonna (integrante de la banda BIFE)  que acompañó a Nahuel en el tema “Cuervos”, junto a dos trompetistas que se sumaron a la interpretación. 

Cabe también destacar la sorpresiva aparición de un saxofonista que saca de sus notas un tinte que queda clavado en el ADN musical, por supuesto estamos hablando de Sergio Dawi, quien se sumó al escenario para hacer bailar con su saxo a la audiencia haciéndonos vibrar con su característico sonido.

Con varias despedidas, para luego volver a redoblar la apuesta, la noche termina a pedido eufórico del público con el tema Bailamos. Bailamos, Bailamos, como si hubiesen separado la Iglesia del Estado/ bailamos, como si ya no existiera la iglesia.

Entre papelitos picados y globos de corazones que reforzaron el ambiente festivo de la velada, Los músicos en el escenario dieron todo de sí para que la noche se vuelva digna del recuerdo. Con varias despedidas, para luego volver a redoblar la apuesta, la noche termina a pedido eufórico del público con el tema Bailamos. Bailamos, Bailamos, como si hubiesen separado la Iglesia del Estado/ bailamos, como si ya no existiera la iglesia. Al coro unánime y repetido de ésta última declaración, el espectáculo cierra sus telones, dejándonos con el abrazo eléctrico que tan necesario es para cuidarnos de los males que rondan actualmente en el mundo.

Dejándonos con coros como se libre, se lo que quieras, menos policía, por favor, Nahuel nos recuerda que el abrazo es lo más importante, pidiéndonos que ante todo que “cuidemos nuestro estado de ánimo como a un pichón” y eso ha quedado claro luego de salir con una energía regenerada y llena de calor que deja el paso de su música

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