Gustavo Cerati, 5 de septiembre de 2003, Teatro Gran Rex
Con 13 años recientemente cumplidos, corría el año 2003, era un mágico viernes 5 de septiembre en la ciudad de la furia, y este cronista, junto a su padre que le hizo la gamba (con la entrada y con su compañía), asistió a su primer y muy esperado concierto de música en vivo.
El debut no podía ser mejor: Avenida Corrientes, a poco más de 200 metros del obelisco, en el mítico Teatro Gran Rex, y el artista en cuestión Gustavo Cerati, que estaba en plena gira de presentación del álbum Siempre es hoy (editado en noviembre de 2002), placa que un servidor considera la mejor de su carrera solista, aunque muchos no estén listos para esa conversación.
Este show se dió en el marco de una serie de presentaciones de la gira donde Gustavo adelantaba el álbum de Reversiones de Siempre es Hoy, que se editaría poco tiempo después, y consiste en remixes junto a otros artistas de los temas del álbum original.
En ese momento no todo el mundo disponía de teléfonos celulares, así que con un grabador Sony de periodista atiné a registrar en cinta algunos extractos de esta presentación.
Se abre el telón del mítico recinto, y Cerati, enfundado en un elegante traje de crooner, con el pelo bastante corto, pero manteniendo sus rulos característicos y su mítica PRS en mano, abre el juego con la poderosa y rockera reversión Tu cicatriz en mí, hecha junto al Dj Zucker. Casi sin respiro, le sigue Amor Amarillo, tema de su álbum homónimo y debut en solitario de 1993, en una versión muy fiel a la original.
Volviendo a Siempre es hoy, suena un trío de canciones que hoy en día ya son clásicos, No te creo, Artefacto y sobretodo Cosas Imposibles, primer corte de difusión del mencionado álbum.
Nos sumergimos en la profundidad del océano sonoro en una singular versión de Lisa, un tema que no era tan habitual en los shows de Gustavo. A continuación, el buen gusto, el groove y la sensualidad se apoderan de la atmósfera en temas como Amo dejarte así, Camuflaje y Perdonar es divino, esta última perteneciente al álbum Bocanada (1999).
Del mismo álbum, y retomando el leitmotiv de esta presentación, Gustavo y banda sorprenden con una nueva expresión de Raíz, con un pulso un poco más acelerado y sin esa esencia folclórica que caracteriza a la versión original. El curso del show nos lleva por una totalmente renovada y rockera interpretación de Río Babel, que suena como una premonición del mood que traería la próxima placa de estudio Ahí vamos (2006).
De repente el Rex se convierte en una pista de baile, y aquel pelado de remera naranja que bailaba sacadisimo en primera fila se vuelve más loco que nunca. Cerati desde su laptop dispara las secuencias del tema +Bien, perteneciente a la banda de sonido de la película editada en 2001 del mismo nombre, y que cuenta con la actuación del propio Gustavo.
El baile sigue con el extraño remix de Karaoke junto a DJ Capri, aunque luego los BPM disminuirán un poco, pero no así la profundidad sonora, con Vivo, en la cual Gustavo insinúa desde su G&L roja la intro de Dazed and confused de Led Zeppelin, un recurso que utilizó a lo largo de los años cada vez que interpretaba esa canción.
La escenografía de esta gira era bastante peculiar, con paneles desmontables que permitían un fácil traslado de la misma en las giras, y que aparentaban tener una textura de burbujas, donde también se proyectaban los visuals en cada tema.
La troupe que acompañaba a Cerati en esta etapa estaba conformada por Flavio Etcheto, en trompeta, laptop, guitarra y sampler, Leandro Fresco en coros, sintes, sampler, rhodes y percusión, Fernando Nalé en bajo, Lulú Gasparini en coros y Pedro Moscuzza en batería y percusión.
Es el momento de uno de los puntos más elevados del show, y la primera canción de Soda Stereo que suena en la noche: una increíble reversión de En Remolinos, sin tanto shoegazing ni la nubosidad distorsiva de la versión original, en un plan mucho más floydiano si se quiere, y con el agregado de la estrofa “Fatalismo inútil, ignorar temores, me muero por creer que es posible”, perteneciente al tema Fantasma, de Siempre es hoy, simplemente sublime.
En un dueto con la corista Lulú Gasparini, hacen Te llevo para que me lleves, y volvemos a la primera etapa de Soda, con dos versiones muy interesantes y más bailables que nunca, de Sobredosis de TV (con claros guiños guitarristicos y rítmicos al tema Let’s Dance de David Bowie) y Danza Rota.
Previo a los bises, aparece en escena Deborah de Corral, pareja por aquel entonces de Gustavo, con quien interpretan una nueva versión de Casa, desordenado es el afán que nos hace bailar.
Falsa despedida y se largan los bises con Puente, infaltable en cada cierre de show con el coro al unísono de “Gracias por venir”. Le sigue nuevamente Tu cicatriz en mí, esta vez en una versión más fiel a la original del álbum.
El gran cierre es con Un millón de años luz, y cuenta con un gran invitado de lujo, viejo amigo de Gustavo, nada más y nada menos que Richard Coleman, quien en ese momento vivía en Los Ángeles y justo estaba de visita en el país. Luego de ese viaje Richard decidió volver a radicarse en la Argentina y la historia que siguió es conocida, Gustavo lo convocó como miembro estable para sus siguientes álbumes y giras de Ahí Vamos y Fuerza Natural.
Así concluyó un show que nos hizo a los presentes abandonar la Tierra y sentir la ingravidez por un rato, como dice el tema Casa; por supuesto me marcó para siempre, pero más allá de la experiencia personal, creo que es un momento de la carrera de este artista lleno de experimentación, groove y buen gusto que a veces se pasa por alto y considero muy interesante para analizar.
Por esos tiempos, si bien Gustavo tenía su público fiel y era reconocido en todo el continente, no estaba en el centro de la escena, y era bastante criticado por muchos sectores, especialmente del rock, que hoy en día lo ponen en el panteón de los grandes de la música argentina y latinoamericana.
El furor y la consagración definitiva llegarían con el advenimiento de Ahí Vamos en 2006, que implicó la vuelta a un sonido más orgánico y accesible para las masas, el regreso de Soda Stereo con la gira Me verás volver en 2007, y la edición de Fuerza Natural en 2009, con su posterior gira y el triste desenlace, que terminaron de lograr que Cerati trascienda y quede marcado a fuego como uno de nuestros máximos referentes musicales.
Dejo un video que hay en Youtube de la reversión de En Remolinos, el video si no me equivoco pertenece a la fecha del domingo 7 de septiembre de 2003, ya que ese show lo transmitieron por el sitio Terra en aquel entonces, pero es casi idéntica a la que presencié yo en el primer Rex de esa seguidilla de shows de Reversiones de Siempre es Hoy.