Viernes. Después de un día duro de trabajo o no (linda tu suerte), quizás toque un after e ir a tomar unas cervezas o quizás te toque una linda siesta con una buena merienda. Las posibilidades son infinitas, mientras no seas un seguidor de Los Mutantes del Paraná. En ese caso independientemente de lo que hagas durante el día, tu noche solo podía tener un destino y era ir al histórico Niceto Club a ver a este conjunto instrumental presentar su tercer disco: Atacama.
La noche prometía, Los Mutantes movieron muchísimo la fecha por las redes y querían que fuera una noche especial. Se acerca la hora y lo que empezó siendo un power trío de Zárate compuesto por los hermanos Dirrheimer junto a Valerio, es ahora prácticamente una orquesta de 8 músicos completamente ensamblados con ganas de salir a comerse la cancha.
La música empezó a sonar y al no haber letras lo que le queda al público es empezar a bailar. Y pegar algún que otro grito en los momentos culmines.
El que se anime a describir el estilo que hacen estos hombres se estaría metiendo en un lío. Para resumirlo, ellos dicen que hacen folklore de todo el mundo y un poco es eso. Sonidos autóctonos de toda la argentina con cosas tomadas de acá y de allá.
Enumerar la lista de temas sería una tarea difícil, por suerte tenemos una imagen, pero qué decir… Los Mutantes repasaron todo su repertorio a lo largo de más de dos horas de show y tocando más de treinta canciones.
Repasaron sus tres álbumes, ninguno quedó afuera. No solo sonó completito Atacama, sino que también hubo un gran puñado de canciones de cada uno de sus anteriores trabajos: El Entrerriano y Noctámbulo. La noche salió exactamente como la prepararon Los Mutantes: excelente. Los ocho músicos presentaron una seriedad implacable para la ejecución de las canciones, demostraron ser una máquina completamente aceitada con horas y horas de ensayo en sus espaldas.
El público, muy presente, lleno Niceto y dejó unos pequeños espacios donde pudo bailar y entregarse al ritmo. No queda duda que el balance de la noche fue altamente positivo, estos 8 hombres pusieron un pie fuerte en la Capital y empezaron a sentir de cerca la masividad relativa del under. Se fueron de Niceto como una de las bandas instrumentales que en el balance proyección y trayectoria es la que más sólida se encuentra en la escena.
