Pain of Salvation | Roxy La Viola Bar | 01.05.2018
Todos los músicos mueren, y los realmente mágicos mueren demasiado pronto; reviven en lo grabado, lo cantado y solo aquellos con suerte los vieron en algún escenario, hay libros, historias y cuentos de la experiencia de esos afortunados (tal vez demasiadas), pero hay un grupo selecto de genios que siguen con nosotros y han amenazado por subir la escalera y dejarnos en varios momentos, algunos de ellos caminaron la cuerda floja en una noche de vicios exagerados, otro entró en coma y vivió para contarlo y otro –caso del que les quiero contar– vivió una batalla en contra de una enfermedad que lo mantuvo en ambos mundos, es el caso del sueco Daniel Gildenlöw, compositor, creador y absoluto genio detrás de la banda de metal progresivo Pain of Salvation.
Vocalista y guitarra de numerosas bandas de progresivo como Transatlantic y The Flower Kings, fue diagnosticado en el 2014 con Fascitis necrotizante, atacado brutalmente por una bacteria que suele acabar con la vida humana en tan solo tres días, se vio sometido a un tratamiento extenuante que lo alejó de la música por meses, sin embargo fue canalizado creativamente en un increíble disco conceptual para el 2016 “In the Passing Light of Day”.
Gildenlöw suspendió recientemente su gira latinoamericana (incluyendo Argentina) por un par de meses mientras se recuperaba de una gripe que deterioró su salud, sin embargo en un lunes lluvioso del primero de mayo, los suecos entraron por la puerta de La Viola Bar y con ellos los fieles fanáticos que esperábamos con ansias.
Con la mística presencia, Pain of Salvation abre la noche con la trifuerza de su última producción: “Full Throttle Tribe”, “Reasons” y “Meaningless”, temas agresivos que todos conocemos bien, con un Johan Hallgren en la guitarra estridente mientras hace armonía con la perfecta voz de Gildenlöw, maestros del progresivo sin un tiem
“Linoleum” se convirtió en un viaje con las luces violetas que acompañaban cada nota, el recinto es un lugar seguro donde vivimos a pleno, una zona de confort al hilo de las voces, los aplausos y las notas, el metal progresivo es un género único y solo el que se atreve a disfrutarlo puede darse cuenta de su perfección.
“Kingdom of Loss”, “Inside Out” y una sorprendente interpretación de “Ashes” demostró que Pain of Salvation sigue vivo y lleno de creatividad, riffs salvajes y la batería de Léo Margarit impecable en todo momento. Podíamos estar en un bar en el centro de Palermo o en un estadio en Malmö, Salvation suena para romperte la cara y luego arroparte para dormir.
Entre agradecimientos de Daniel se despiden con “Inside” y “The Passing Light of Day”, así como nos despedimos nosotros agradeciendo que siga acá, con nosotros y que pase a la historia como uno de los genios que lo dio todo por la música, con un Pain of Salvation para rato largo.