Luego de llenar durante dos noches consecutivas el Teatro Vorterix, La Vela Puerca continuó presentando Destilar por el Gran Buenos Aires. La cita fue en el Auditorio Oeste, donde agotaron las entradas disponibles varios días antes del recital. Estaba claro que la visita de los músicos a Haedo había generado una gran expectativa.
La encargada de abrir la velada fue Julieta Rada, quien dejo a todos encantados con su música.
Con lista nueva y repasando casi toda su discografía, La Vela Puerca nos regalo un show hermoso, donde anunciaron su próxima visita a Córdoba, la cual será la despedida de nuestro continente, ya que en septiembre emprenderán una nueva gira por Europa.
El arranque con Sobre la sien descontroló el lugar, rápidamente echaron mano a la nuevo, y desde Destilar, llegaban Velamen, La nube y Pensar, las cuales van incorporándose de excelente manera a la lista.
Ves, El Señor y Casi todo sonaron tras otra para entrar en la mitad de la noche, y darte paso a Sebastián Cebolla Cebreiro, quien tomó la posta para cantar Polidoro y La Madeja. Nuevamente revisitando su última producción, los músicos tocaron Atala y Aprendiz.
Era el momento de bajar un poco. Por eso, Enano Teysera inició el segmento acústico que comenzó con Hoy y siguió con El Buitre (con Cebreiro en voz), seguidita de la suave Solo un paredón y Dice.
A contraluz fue el último tema de la noche: mientras el público entonaba su cántico “Vamos La Vela de mi corazón” y se iba del recinto con una sonrisa enorme previo comienzo de semana laboral y de preocupaciones diarias. La intensidad de los conciertos uruguayos no baja a pesar de los años, eso hace que nuestro público los siga acompañando desde esas veladas en el Salón Pueyrredón.
