No te va Gustar en Hipódromo de Palermo
Hace unos años, precisamente en el mes de abril de 2013 una banda proveniente del Uruguay convocaba más de 50 mil personas en un show que rozaba la perfección, el cual nos dejó la sensación de que iba a ser lo mejor de NTVG, no por lo musical, el cual es un punto que es superado disco a disco, sino porque los planetas se habían alineado para dejarnos una luna única.
Todo esto se rompió el sábado, cuatro años después Emiliano y la muchachada del país hermano venían con “Suenan las alarmas” bajo el brazo, una placa que rompió con la tradición de grabar canciones cada dos años. Igualmente, la excusa fue la cantidad de ciudades que se sumaron a las giras, las cuales deben ser de las más extensas que existen actualmente.
Media hora después del anuncio de comienzo, se apagaban las luces y se prendían las pantallas, a partir de ese momento todos entramos en un momento hipnótico que se extendió durante dos horas y media. No te va Gustar repasó 36 canciones de su historia en un nivel altísimo con un sonido fiel, sincero, certero e implacable que en ningún momento se vió amenazado por lo climático.
Festejamos con “Tan lejos”, lloramos con “Clara”, coreamos con “Chau”, pogueamos con “Más mejor” y nos fuimos con “No era cierto”, la historia musical de NTVG es larga a esta altura, es interesante, te sorprende, te desorienta con una versión de “Ya entendí”, que uno ni se imaginaba que iba a aparecer, te pega en la cabeza con “Hijo de las armas”, de “El calor del pleno de invierno”.
El último lustro los posicionó como lo más destacado de habla hispana, con una excelencia musical desde la base hasta los vientos que embellecen cualquier melodía, Brancciari maneja a 30 mil personas como si estuviera en el living de su casa, y esa voz que en un momento parecía ronca, hoy se anima a cantar “a cappella” durante varias estrofas.
Ah sí, también llovió pero era parte de esa alineación de planetas de cuatro años atrás que se repitió el 9 de septiembre de 2017. Habrá muchos más conciertos de NTVG en Buenos Aires, va a ser difícil que lo vivamos así, aunque esa frase ya la pronunciamos una vez, y el sábado tuvimos que borrarla de nuestro vocabulario.