Martín Buscaglia en La Tangente
El compositor multi instrumentista uruguayo presentó su unipersonal, El Hombre Orquesta en La Tangente. Su amigo Gonzalo Brown abrió la fecha y acompañó en los útlimos temas a Buscaglia.
Su compatriota Gonzalo Brown hizo también un unipersonal con una guitarra criolla. Conmovió con su groove y energía. Una música y persona cálida, con letras optimistas. Gonzalo se destaca con su amplia voz y sus precisos ritmos. Juega con la velocidad y los tonos de sus vocales, eso sorprende. Canta sus letras desde el corazón, estas son simples y concientizadas.
Martín Buscaglia se presentaba, y en su cara ya se notaba esa picardía y gracia que lo caracteriza. Un hombre suelto, que disfruta a la hora de tocar, no tiene tiempos estrictos, juega y empatiza con la gente. En sus tres primeras canciones, entre las que se encontraron “El Sol”, “Visionarios” y “El Toscano del Papa”, utilizó únicamente su guitarra criolla. Un comienzo que contó con los coros y aplausos a ritmo de las personas. Su voz de miel, agradable frenaba el canto y comenzaba a dialogar con el público por primera vez.
El ritmo se aceleró cuando en su cuarta canción comenzó a samplear diferentes voces, rasgueos de guitarra y punteos de su bajo eléctrico. “Que Importa el Blablablá” sonó, con una especie de rap, muchas voces de fondo para otorgarle ritmo y un lenguaje corporal jocoso. Luego “Viajar Contigo es Como Escuchar la Vida Secreta de las Plantas”, una de las más emocionantes que ha creado, y “De Tan Libre”.
Una charla desenredada se adueñó por 5 minutos del show. Parecía una canción por la cadencia que tenía. Nos habló del bello condimento que les da a ciertos artistas cantar en un idioma que no es su original, puso como ejemplo el español de Luca Prodan. Habló del big-bang, el parto del cosmos, de cómo la tierra sigue emanando energía tras ese choque. Terminó haciendo referencia a ese momento, esos 30 segundos en los que uno entiende todo. Esa especie de epifanía a la que uno llega y sabe todo lo que tiene que hacer. El público quedó encantado con esta inspiradora conversación.
Luego de un candombe, incluyó tres temas nuevos casi terminados. Uno dedicado a su cartera, que podría llamarse “A Quién Corresponda”, otra de una noche de calor en la playa y por último “El Ábaco” sobre amor y matemáticas.
El recital iba entrando en su recta final y la intensidad de las canciones aumentaba de la mano de «Lirón hizo fama y se hecho a dormir» y “Don Perogruyo”. Hizo uso del auto tune y del rap en estas canciones. Otro salto fue la adhesión de Gonzalo en los últimos temas, hicieron un dúo en dónde su amigo se encargó de tocar el cajón peruano. La comicidad dominó la escena con “La Extinción de los Dinosaurios” y el canto del mar. Esta última solicitó los movimientos y coros de la audiencia que respondió efectivamente.
Tras el ínfimo encore ambos artistas volvieron a escena e hicieron un mix de varias estrofas que habían sonado durante el recital. Un final movido y cargado de ánimo. Martín supo conmover y dejar a los presentes iluminados y de buen humor.