«Escribir poesía es arder, abrir una puerta que lleva a quién sabe dónde»

Durante la semana tuvimos la oportunidad de cruzarnos con Rafael Flaiman, voz y guitarra de «Madreperla», proyecto proveniente de San Pedro, provincia de Buenos Aires, y que tiene la particularidad de apoyarse en lo poético. Las letras forman parte esencial y tienen una importancia que genera un vuelo en lo artístico. El sábado 11 tocan en el Ciclo Circular, organizado por la gente de Chancho Discos.

Cinco años de vida tiene «Madreperla», ¿cuáles son las palabras que definirían a la banda? ¿Son las mismas que los definían cuando comenzaron a hacer las primeras canciones?

¡Qué difícil! A mí me gusta mucho la definición que hizo Chancho Discos para su catálogo: «Poesía Power Rock». Desde hace cinco años sostenemos un camino que está atravesado por la potencia sonora, la fuerza y la belleza de la poesía y el rock cómo forma de vida, cómo respuesta cultural al mundo impuesto, aun con sus contradicciones y la complacencia de la que muchas veces forma parte como «movimiento», si todavía se puede decir que lo es.

La poética es un concepto que da vuelta en sus canciones. ¿Cual es el disparador para empezar a trabajar en eso? ¿Es una vuelta de tuerca que genera una atención distinta a la música?

La poesía es rectora de nuestras canciones. Hay una búsqueda manifiesta por ese lado, que es el del lenguaje llevado al límite de su capacidad expresiva para volver a comenzar. Escribir poesía es arder, abrir una puerta que lleva a quién sabe dónde. Hay cientos de bandas cuya música me parece genial pero sus letras no me convencen, y hay muchas cuyas letras me conmueven pero tienen una música que no trasciende. Entre ambas, noto que las segundas me duran más. Entonces, acaso yo también quisiera que ese equilibrio que me gusta tanto esté en las canciones de la banda en la que toco. Hay quienes son muy buenos para narrar historias en canciones. Yo no lo soy. Me siento más a gusto -iba a decir «cómodo», pero no lo es-  en la construcción de figuras, imágenes, sensaciones, tensiones de lenguaje que aspiran a atravesar los cuerpos. Pienso en autores como Spinetta o Aznar, que son referencia obvia, en Chris Cornell, que me parece un poeta enorme, en Maynard James Keenan, en Paul McCartney, en Billy Corgan, pero también en Bowie, en Serrat o Caetano Veloso, en Diego Frenkel, el Indio, todos tipos que han sabido conjugar una poética que muchas veces permiten que las letras puedan ser disfrutadas en su condición de texto y que junto a la música se vuelven obras superlativas. Era adolescente cuando le respondí a un amigo que los discos de Steve Vai no me convencían porque no me gustaban sus letras, lo que hoy no deja de ser un chiste, pero en algún punto cobra sentido en mis canciones: no me da lo mismo que digan cualquier cosa para acompañar la melodía y los arreglos. Muchas veces las canciones nacen de una idea poética, de un verso que, como punta de hilo de la masa amorfa de lo posible asoma para permitir el resto, que es laburo, estudio, ida y vuelta, claro. Hay canciones listas que no tocamos porque para mí la letra que estoy cantando todavía no es la que le corresponde.

Están cerrando el año y se viene un EP en breve. ¿Que nos pueden adelantar del mismo? ¿Es un adelanto de un LP para 2018 o lo trabajan de manera autónoma?

“El color de tu sombra” es el resultado de la decisión de dejar registradas algunas canciones de las que forman parte de nuestro repertorio habitual. Teníamos un simple con dos temas, sumamos otros tres, remasterizamos y lo publicamos. Desde el 21 de septiembre está en todas las plataformas digitales y el formato físico ya casi está terminado. Creo que el EP resume bastante bien el espectro por el que se mueve nuestra propuesta como banda. Nos demoramos un poco en editarlo y cómo el plan es grabar un LP en 2018, que seguramente trabajaremos compartiendo la producción artística con Fernando Larrosa, de Proyecto da Silva y Chancho Discos, decidimos lanzarlo para empezar a pensar en lo nuevo. No sé si algunas de esas canciones serán retomadas en el plan del disco nuevo, por lo pronto seguimos disfrutando mucho de tocarlas.

El sábado 11 forman parte de un nuevo ciclo de la gente de Chancho Discos. ¿Que puede esperar la gente que se acerque al show? ¿Se prepara distinto un concierto en Capital?

Un show en Capital tiene la particularidad de que se trata no sólo de un público no habitual para nosotros, sino además de uno que tiene una oferta mayor que en el Interior para ver bandas en vivo, por lo que puede ser un poco menos tolerante, así que eso siempre es un desafío. Quienes vayan el 11 a Kirie se van a encontrar en Madreperla con un power trío potente pero delicado, rockerazo pero sensible, con canciones que dejan momentos para que la música atraviese los cuerpos y sacudamos las cabezas.

Como pedimos siempre, ¿cuáles son las bandas que recomiendan de la actualidad para que nos acerquemos a escuchar?

Yo estoy escuchando mucho a Huevo, Mustafunk, hace unos días charlábamos en la banda sobre Todo Aparenta Normal, recomendamos siempre a nuestros amigos de Tick Toper y Telesistema, que son de San Pedro y están instalados en Capital, darle play al último disco de Proyecto da Silva y al resto del catálogo de Chancho Discos, pasarse por el Fuji trío, prestarle atención a Alü Man, de La Pampa… y, para mí, lo mejor de estas semanas es que Living Colour tiene disco nuevo.

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