El Mató a un Policía Motorizado en Estadio Atenas: «El fuego de la noche eterna»

En su mejor momento y con una convocatoria notable, Él Mató hizo vibrar a la ciudad que los vio nacer hace ya 15 años.

Noche de sábado en La Plata, con un Club Atenas repleto de chiques eufóricos, mayormente millennials, esperan a esta banda que pisa cada vez más fuerte, y esta vez juega de local.

Originada en esta misma ciudad, El Mató un Policía Motorizado es una de las bandas que mejor definen a nuestra generación, desde el rock indie, logrando una gran proyecciòn y reconocimiento mundial.

A las 21:45, el comienzo se da en forma gradual con Magnetismo, del anteúltimo álbum de estudio La Dinastía Scorpio (2012), para luego meterse de lleno en una tríada de temas de su último y consagratorio trabajo La Sìntesis O’Konor (2017), lanzado hace ya casi dos años, y que sigue siendo motivo de esta presentaciòn y de la actual gira.

Este último álbum fue un paso decisivo para la banda en muchos sentidos; en primer lugar desde el punto de vista musical y sonoro amplió el espectro, sumando aún más texturas, sonidos prístinos de guitarras y teclados, a tono con lo que predomina en el rock alternativo actual a nivel mundial; en contraposición a trabajos anteriores, donde si bien había atmósferas sonoras densas, estaban más envueltas en mares de distorsión salvajes. Por otra parte, gracias a este trabajo comienzan a ser cada vez menos una banda de culto, para ubicarse con una presencia muy relevante en la escena del rock local, y también internacional, llegando a numerosos destinos por gran parte de América y Europa.

La banda suena de manera impecable, demostrando su evolución musical también en el vivo, incluso en las versiones de los temas más viejos. La batería de Doctora Muerte resuena con un reverb perfecto que contribuye, junto a las rectas lìneas de bajo de Santiago Motorizado a formar una verdadera pared de sonido, sobre la cual se cimentan los arreglos de guitarra Pantro Puto y la sección más trippy de la formación, a cargo de las guitarras de Niño Elefante y los teclados de Chatrán Chatrán.

No pasa inadvertida la puesta de luces, predominado en rojo y azul, asì como también los visuals espaciales y las oleadas de denso humo, que ayudan aún más a dejarse llevar por el viaje que nos propone la banda.

Santiago, parco y tímido como siempre, se limita a agradecer de vez en cuando y a emitir alguna que otra dedicatoria. Es de esos artistas que prefieren hablar a través de la obra, y eso es lo que importa, ya que el setlist es demoledor, como verán en el detalle más abajo, con canciones que invitan a un viaje emotivo y sensorial, con climas sonoros densos, devastadores y optimistas a la vez.

La mayor parte de la lista se divide entre las placas ya mencionadas La Sìntesis O’Konor (2017) y La Dinastìa Scorpio (2012), mientras que se rescatan algunas perlas de los albores de la banda y otros temas pertenecientes a EPs.

Las letras de Santiago, en apariencia simples pero llenas de profundidad, terminan de definir el sello caracterìstico de una banda que está en la cresta de la ola y va por más.

La primer gran cascada de canciones encuentra su fin con la voladora El fuego que hemos construído; con sus últimas notas de guitarra sonando en loop, la banda se retira unos minutos, hasta arremeter nuevamente con los bises, que incluyen el mega hit El tesoro, sin olvidar viejos hits como Chica de oro y Más o menos bien. Prenderte fuego es el último acto que da cierre a dos horas de un tremendo show, de esos que te dejan con ganas de volver pronto por más. Este fenómeno posiblemente sea universal, ya que por algo están en la constante conquista de nuevas fronteras.

Set list completo: Magnetismo, La noche eterna, La sìntesis O’Konor, Las luces, Baile colina, La casa fantasmal, Terrorismo en la copa del mundo, Amigo piedra, Ahora imagino cosas, Terror, Postales negras, La cara en el asfalto, Noche negra, Yoni B, Alguien que lo merece, Destrucción, Excalibur, Mundo extraño, El Fuego que hemos construído, Madre, Fuego, El tesoro, Chica de oro, Más o menos bien, Mi próximo movimiento, Prenderte fuego.

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