El parador Konex es un lugar, dentro del verano porteño, donde se alojan propuestas frescas y al aire libre para todo el mundo, desde reggae, rock, funk y hasta punk, con ricas pintas de litro de cerveza y fernet. Sin embargo, lo del viernes no fue una noche de verano más, hubo alguna energía especial.
The End, banda tributo a Pink Floyd, sacudió el patio emplazado en la zona del Abasto para entregarnos una versión muy lucida, potente y real del recital “PULSE”, disco en vivo editado en 1995, en el marco de la gira “The división bell”.
Casi dos horas de show de canciones astronómicas de la banda de Roger Waters y David Gilmour en las cuales no faltó nada, ya que hubo participación del público hasta “pogo”, algo inédito mientras suenan estas composiciones.
Sonaron clásicos como “Time/Breathe (Reprise)”, “Astronomy domine”, como para recordar al fundador Sid Barrett, y “Brain damage”, entre otros, en lo que fue una linda transición entre la tarde que caía y el techo estrellado que hacía de gala para ese hermoso teatro al aire libre que nos regala nuestra ciudad.
Hacia el final la banda desplegó todo su arsenal y dió lo mejor de Pink Floyd como para cerrar los ojos, volar e imaginarnos que estamos ante los miembros originales. Grandes coros con “The great gig in the sky”, una versión cantada por un miembro del público (que la cantamos todos también) de “Wish you were here”, “Confortably numb” y los bises con “Money” y “Run like hell”, con el llamado de Gorgui Moffatt, el cantante de la banda a agitar con esta versión inoxidable.
Las caras de todos denotaban haber vivido un show intenso de emociones, The End cumplió con su cometido y todos cerramos la semana más que conformes de habernos acercado a una nueva noche del Parador Konex.