Todo Aparenta Normal y Octafonic || Teatro Vorterix || Ph. Nicolas Petrone || 31.07.2018
No es la referencia a las históricas bandas, sino que pocas veces vimos una fecha donde dos referentes de la nueva ola del nuevo rock/indie argentino, se juntaran y comulgaran juntas a un público que espera mucho en cuanto a lo musical y a lo visual de ambas bandas.
Primero Todo Aparenta Normal, con una lista de 12 temas, donde no se guardaron nada. Los anormales nos sumergieron en un trance donde bien parecía un viaje a lo Led Zepellin, con un Nicolas Alfieri que muta en la calma, en el viaje y en lo furioso de lo que iba a venir. Porno Rock fue lo que cortó el ambiente para despegar los pies del suelo, pero la primera mitad habló de que el mundo está bien presente para esta banda, con canciones como paisajes, como piezas sin tiempo, pero con espacio. Se sintió una conexión total de la banda con su público, donde ellos remarcaron que hubo una sintonía especial.
Detener El Tiempo, Romper Un Misterio, Agazapado, Calendario y la canción que eligieron como presentación de su ultimo disco En El Desaprender, en la cual demuestran la deconstrucción de un rock en búsqueda de un aprendizaje un poco mayor que el de sólo hacer hits.
La noche dio lugar a un Octafonic fresco como siempre, innovador en cuanto a su propuesta siempre cambiante. Los cambios en bajos, en vientos, que cabe recalcar que si bien ningún instrumento es prescindible en esta banda, la orquesta de vientos, le da un toque de grandilocuencia necesaria, ante lo orquestado y la variación idiomática. Rupolo siempre en un nivel muy alto, de adaptación al mando rítmico de la banda. Un Sorín que siempre juega, siendo actor y director al mismo tiempo. El viernes a la noche fue la ocasión perfecta para presentar sus nuevos temas como Rain y Physical, donde pudimos percibir el rumbo de un Octafonic 3.0, el futuro hoy.
Al termino del set de Octafonic, vimos a unos curiosos “anormales” como impacientes para entrar a actuar, siendo testigos de What? para luego ser parte del mejor momento de la noche, un mash up donde todos tocaron y cantaron Hey Bulldog!, fiesta y celebración. Por hoy que podemos, donde no hay grietas.
Dos bandas, una fiesta. Divididos, sí, las pelotas.