Dillom | Cosquín Rock | Día 1 | PH. Lean Olivo

Si algo ha quedado claro en el último tiempo es que Dillom no solo entendió que las expectativas sobre sus conciertos son cada vez más altas, sino que decidió hacerse cargo y elevar la vara en cada presentación. En el marco del Cosquín Rock 2025, su show fue una de las grandes revelaciones del festival, respaldado por «Por cesárea», su último trabajo discográfico, que supo defender con solidez y carácter.

Dillom ha construido una propuesta que es tan simple como compleja. Sus discos están cargados de conceptos densos, que exploran el drama, las contradicciones y las roscas sociales, pero al mismo tiempo, la música y la melodía tienen un peso fundamental en sus presentaciones en vivo. Es en esa dualidad donde radica gran parte de su atractivo: el equilibrio entre la crudeza del mensaje y la potencia sonora que lo envuelve.

Con apenas dos discos, varios singles y un EP, Dillom ya logró configurar un repertorio dinámico, que le permite jugar con las listas de temas y ofrecer conciertos que se sienten frescos y no caen en la repetición. Su público le pide más, y él responde con un show visceral que mezcla teatralidad y catarsis colectiva. Durante su presentación en Cosquín, anunció entre risas que esta vez no pensaba insultar a nadie, una clara referencia a la polémica del 2024 que lo tuvo en el centro de la escena tras una denuncia policial.

Lo que se ve en el escenario es la conjunción de un artista en plena construcción y una banda que sostiene la propuesta con maestría. Cada músico parece venir de un universo diferente, pero sobre las tablas logran una fusión precisa, desdibujando barreras estilísticas y ampliando el horizonte sonoro del show. Dillom camina, se arrastra, improvisa y por momentos parece torpe, pero en realidad sabe perfectamente qué está haciendo y cómo manejar la energía del público, que responde con un fervor digno de las bandas más consagradas del festival.

El camino de Dillom aún es incierto, pero sus credenciales ya demuestran que se está consolidando como un músico con gran potencial para marcar una época. Con aciertos y tropiezos, sigue creciendo a pasos firmes y ganando espacio en la escena musical argentina. Lo mejor que puede hacerse es seguirlo de cerca, porque este chico no se detiene.

Las imágenes que acompañan esta crónica fueron capturadas por Leandro Olivo, quien una vez más documentó el pulso del festival más federal del país, el Cosquín Rock 2025.

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