Uno de los shows más esperados del Cosquín Rock 2025 era, sin dudas, el de Ca7riel y Paco Amoroso. El furor por su reciente Tiny Desk estaba fresco, y la incógnita sobre qué propuesta llevarían al festival de las sierras mantenía la expectativa en alza. Una vez revelado el misterio, no quedaba más que entregarse a una performance arrolladora que hizo bailar hasta al último rincón del inmenso predio.
Dos frontman que entienden a la perfección lo que la gente quiere. Con carisma y precisión, se mueven como si el escenario les perteneciera. Y lo cierto es que, por un rato, lo fue. Respaldados por una banda versátil —capaz de mutar de género dentro de una misma canción—, ofrecieron un set de 16 temas que incluyó material de sus etapas solistas, de su único disco conjunto y varios de los singles que los posicionaron como referentes del sonido urbano argentino. No se guardaron nada: todos los hits estuvieron presentes.
La proyección internacional de Paco y Cato es cada vez más fuerte, y se nota que tienen muy claro hacia dónde va su propuesta. Lo suyo no es solo música: es un concepto estético, una narrativa visual y un mensaje que invitan a ser leídos más allá del beat.
“El único” y “Cono hielo” fueron los encargados de cerrar un show que, sin dudas, quedó entre los más memorables del festival.
Ca7riel y Paco Amoroso están en un momento brillante. Lo saben, lo disfrutan y lo comparten. Leandro Olivo fue testigo de esa energía y nos deja las imágenes que capturó para revivir una noche inolvidable.
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