Cortina de sintetizadores, calles mojadas afuera y ritmos hipnóticos repetidos una y otra vez, una y otra vez. “A Loop so nice…”, fiesta matemática sacada de videojuegos e interpretada quirúrgicamente por Ian Williams y compañía, público a medio llenar de un reci tímido pero melómano como ninguno, no se encontraba un average joe en todo Niceto Club, el que fue a ver a Battles, es parte de un selecto grupo de fanáticos.
Pero antes, Marco Sanguinetti y la nueva onda del jazz de vanguardia, a las 21:00hs nos presentaría su “Inmoral”, piano eléctrico, batería y un par de covers para arrancar la noche, justo después, Tito Fargo Dub Station, fusión rock/dub/electrónica que volaría un par de cabezas como abreboca psicodélico. Pronto, la noche se transformaría.
Cerca de las 23:00hs, estreno mundial del “Juice B Crypts”, lo más reciente de los americanos de Battles entraría en escena, “Fort Greene Park”, “Sugar Foot”, “They Play it Twice” abrirían un portal al futuro de la banda y del mundo, electro, math rock, progresivo, caminos en forma de estructuras imposibles y notas sádicas rellenarían las paredes del bar de Palermo, ¿era Palermo? ¿o estábamos en cualquier hip club de la escena underground neoyorquina?
Clásicos como “The Yabba” o “Atlas” eran necesarios, desde la última visita de la banda en el 2007 la evolución de su sonido es notable, nunca satisfechos, la música de Battles es un viaje sin destino conocido, es el placer del camino psicodélico en ritmos improbables, intensidad comparable a la emoción del público, respetuoso y a la vez entregado, 11 temas y afuera seguía lloviendo, el martillo progresivo sigue sonando mientras caminamos por los techos. Espléndido.
