En una noche cargada de riffs de guitarras y letras explosivas, Los Siberianos y Algodón reventaron una calurosa madrugada en La Tangente, demostrando que el Rock n Roll quizás ya no sea mainstream, pero está muy lejos de estar muerto.
Directos desde Uruguay, Algodón se encargó de abrir la noche con sus potentes guitarras distorsionadas y la profunda voz de Paul Higgs. Ya con una larga discografía, entre ella el mejor lanzamiento del rock independiente uruguayo del 2018 “Virtudes”, desplegaron todo su rock psicodélico y melódico a un público inquieto.
Logrando muy buenos momentos de calma, contrastados con explosiones de intensidad, la presentación de “Algodón” es una montaña rusa, partiendo desde sus canciones más melódicas y tranquilas como “Hoyo en uno”, hasta la enérgica “Blues del siglo XXI”.
Llegaría el turno de Los Siberianos para explotar la abarrotada sala. Siguiendo los pasos de su último disco, su presentación repleta de melodías y guitarras sacadas de algún dísco de Neil Young con una prosa muy característica argentina.
Empezando con la siniestra “Mi vecino y sus extrañas maneras”, las habilidades del dinámico quinteto pampeano a la hora de componer y presentar se hacen más que evidentes. Con una letra ominosa, la canción siempre va hacia arriba, elevando un poco el tempo a la par con la letra para crear una gran ambientación durante el clímax, protagonizado por Joaquín González en la guitarra eléctrica.
Paseando por varias de sus canciones de su única producción discográfica, destacan por mucho las presentaciones espectaculares de “Algo tuyo”, intro homónima a su EP, y una nueva canción llamada “Perdido entre la gente”, balada lenta dónde Tomás Cortina y su guitarrista cantan armoniosamente acompañados por una gran linea de bajo.
El cierre del show vendría con la esperada “Gypsy”, momento en que la gente se volvió loca y empezó a hacer desastres en la sala. Saltando y brincando, todos corean incluso los riffs de la guitarra. Todo es un descontrol, pero los chicos la están pasando bomba.
